En el mundo del retail siempre habrá un antes y un después de 2011. Tendencias que comenzaron a apuntar años atrás mostraron su cara, la mejor y la peor, según los ojos, en estos escasos doce meses transcurridos desde las últimas uvas. Imposible mostrar en unas líneas los sucesos que en paralelo a las estrategias conservadoras – guerras de precios, promociones, low cost, marcas blancas- de los retailers frente a la imparable crisis, fueron sucediendo. Adelantando, incluso, en velocidad hasta delimitar un nuevo mapa del retail de difícil digestión para la mayoría de los operadores.
Innovar, evolucionar, reinventarse. Emprender y emprendedores, multicanalidad y convergencia, e-commerce y e-retailers y nuevas plataformas de venta directa, clubs de compra y de venta, social media, social marketing y social shopping, movilidad y mobile-commerce, f-commerce y hasta r-commerce; reputación y e-reputación, sostenibilidad, mercados emergentes y emergentes BRIC, China y el lujo y el lujo para los chinos. La lista de conceptos, mercados o movimientos nuevos y no tan nuevos en torno al retail protagonistas del año que acaba es infinita.
Conceptos, variables, modelos nuevos que sin embargo comenzaron a apuntar hace un año como decíamos ayer. Cambios en los hábitos, en los formatos, en los canales y en la puesta en escena. Localizaciones urbanas a pie de calle y a precio de coste. Llegada de operadores del otro lado del Atlántico, marcas blancas, en food y non food y low cost. Ascenso del e-commerce y de las redes sociales, la movilidad, el tablet arrasando cualquier lugar o herramienta de compra, el social shopping y la shopping experience.
Nunca hasta ahora el valor de la comunicación había llegado tan lejos. Los estudios se suceden. La gran avalancha de datos obliga a diseccionar y entrever las tendencias dominantes. Entre los grupos sociales, dominio de las mujeres, con aumento de poder decisorio en compras y e-compras y en cambios en los modelos. Dominio de los jóvenes y dominio de los seniors activos y generando negocio más allá de la jubilación. Consumidores todos a la defensiva en un no muy claro entorno económico, que dirigen la demanda, las tendencias, la publicidad, el marketing y la venta, hacia caminos inexplorados en los que la tecnología es clave.
Esto lo decíamos ayer como adelanto del futuro que se preveía presente. ¿Estamos ante el fin del punto de venta tal y como lo entendemos hoy? A lo segundo, la respuesta es sí. El e-commerce avanza rápido y las tiendas físicas no pueden competir solo con descuentos, promociones o low cost. La animación en la tienda, ayudada por la interactividad, deberá contribuir a crear espacios de encuentro que favorezcan experiencias de compra diferentes. Entramos en una era mucho más competitiva en la que la venta en canal físico o virtual deberán cruzar estrategias.
Para las empresas llega la más difícil puesta a punto. Revisar procesos y equipos, detectar partes dormidas del negocio, crear ideas nuevas. Teniendo en cuenta la principal premisa que marcará el futuro. Para retail y e-retail. Ya no basta con conocer las tendencias y evolucionar con ellas. Se trata de adelantarse. Siempre un paso por delante. En definitiva, se trata de innovar. De forma conservadora – con “i” minúscula como se conoce en términos de innovación- o con “I” mayúscula como auténtica revolución.
Yo que ustedes me quedaría con esta última. De mayor riesgo pero con más alta probabilidad de llegar en buena posición a la salida del túnel. Siempre y cuando quieran seguir en este apasionante mundo retail, aunque sea viviendo como este año. Peligrosamente. Feliz e innovador 2012.