Por Nicolás Miranda, CEO y Co-fundador de Weeare
En un mercado laboral cada vez más competitivo, la atracción y retención del talento se han convertido en objetivos estratégicos para las empresas. Los beneficios corporativos, lejos de ser un gasto, son una inversión que impacta directamente en la productividad, el clima laboral y la reputación de marca. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones aún no logran maximizar el potencial de estos programas por un desafío clave: desconocer a profundidad a sus colaboradores.
¿Qué buscan los colaboradores hoy?
El diseño de beneficios corporativos se ha centrado históricamente en ofrecer “lo mismo para todos”. Sin embargo, esta modalidad está quedando obsoleta. Según un reciente estudio realizado por Weeare, las empresas necesitan replantear sus estrategias y segmentar a los colaboradores no sólo por variables demográficas como edad o género, sino también por sus intereses, comportamientos y estilos de vida. Los colaboradores valoran beneficios que realmente impacten su bienestar y el de sus familias. Entre las categorías más solicitadas destacan: Educación, Salud y bienestar, Entretenimiento y Alimentación.
“Un hallazgo revelador es que los colaboradores perciben la entrega de dinero como algo transaccional, mientras que beneficios personalizados generan una conexión emocional más fuerte con la empresa”.
El impacto de las plataformas de fidelización
Las cifras globales subrayan el impacto de las plataformas tecnológicas en la fidelización corporativa: Según Gallup, las empresas con colaboradores comprometidos experimentan un 23% más de rentabilidad y un 18% de mayor productividad. Un estudio de PwC revela que un 89% de los empleados considera que los programas de beneficios personalizados aumentan su lealtad hacia la empresa. En Perú, el 45% de las empresas medianas y grandes ya cuentan con algún tipo de plataforma de beneficios, pero solo un 20% segmenta estos programas de manera efectiva, lo que deja un amplio margen para mejorar.
El mercado peruano está en una etapa de madurez creciente en cuanto a beneficios corporativos, pero enfrenta barreras importantes:
1. El bajo aprovechamiento. Muchos programas no son utilizados por todos los colaboradores, generando ineficiencias.
2. Falta de segmentación. La personalización es mínima y se basa en criterios básicos.
3. Costo percibido. Algunos empleadores ven los beneficios como un gasto más que una inversión estratégica.
No obstante, también hay oportunidades clave. Los responsables de recursos humanos buscan aliados estratégicos que los apoyen no solo en la implementación, sino también en la difusión y seguimiento de los programas. El acompañamiento constante y la asesoría son atributos altamente valorados, pero poco asociados a las marcas existentes en el mercado.
El futuro de la fidelización corporativa
Para destacar en este entorno, las empresas deben reinventar su propuesta de valor hacia los colaboradores.
Segmentación avanzada: Conocer mejor a los equipos para ofrecer beneficios ajustados a sus necesidades reales.
Comunicación efectiva: Difundir los programas de manera clara y constante, garantizando su uso.
Innovación tecnológica: Adoptar plataformas que faciliten la gestión, personalización y medición de resultados.
Presencia estratégica: Generar posicionamiento a través de charlas, eventos y campañas que resalten la relevancia de los beneficios corporativos.
En un país donde el talento humano es el motor de crecimiento empresarial, no hay espacio para estrategias genéricas. Los beneficios personalizados, soportados por tecnología innovadora y una asesoría cercana, no solo fidelizan a los colaboradores, sino que los convierten en embajadores de la marca. El éxito empresarial no solo se mide en cifras, sino en la capacidad de construir relaciones significativas con quienes hacen posible el crecimiento: nuestros colaboradores.