Cada día decenas de personas van a los supermercados y tiendas departamentales en busca de algo más que ofertas: por la oportunidad de llevarse a su casa algo “gratis” debajo de su ropa o con artimañas sumamente elaboradas.
Y es que, el robo hormiga en México no es cualquier cosa, no sólo se trata del hurto de dulces, refrescos, calcetines o jabones a la hora de ir a hacer “el súper”, pues ha evolucionado a extremos de la sustracción de pantallas de plasma enfrente de las cámaras y del personal de seguridad.
Para las tiendas de autoservicio y departamentales, esta práctica representa una pérdida de 14 mil millones de pesos anuales, no sólo por la cleptomanía de las personas, sino por la premeditación de sus clientes e incluso por bandas que actúan de forma organizada para extraer artículos de gran valor, como pantallas o electrodomésticos.
La gerente legal de Alto México, Karina Soriano, señaló que a pesar de que buena parte de los hurtos los realizan personas de forma casual y como parte de una travesura, también existen grupos que se dedican a cometer este delito y de hecho, cada día se consignan a las autoridades entre 15 y 20 individuos por robo hormiga en el país.
“Tan sólo el 1.5% de los robos hormiga que se realizan son de personas que tienen algún tipo de enfermedad como cleptomanía, en general es por personas que acuden de manera cotidiana a los centros de autoservicio y cometen este tipo de delitos por adrenalina, por travesura u otros factores”, afirmó.
A pesar de que cada día las cámaras instaladas en los centros comerciales vigilan como un “Gran Hermano” a las miles de personas que deambulan por sus pasillos con sus carritos, sus ojos virtuales no son capaces de adivinar todas las mañas de aquellos que buscan burlar la seguridad y llevarse algo gratis a casa.
Karina Soriano explica que en la mayoría de los casos, las personas ocultan el producto entre sus ropas, utilizan menores de edad, carriolas o aislantes, como una bolsa enrollada en cinta canela o aluminio, a fin de que no suenen los sensores de seguridad de la tienda a la hora de salir.
Pero a las bandas organizadas poco les interesan los artículos de consumo y ponen sus manos que pantallas de plasma, tabletas o productos de alto valor, los cuales sacan por la puerta principal mediante distractores que pongan en jaque al equipo de seguridad de la cadena comercial.
“Si bien es cierto que las tiendas de autoservicio y departamentales cuentan con medidas de seguridad, también la delincuencia ha venido evolucionando en la forma de actuar, cambiando sensores, etiquetas, generando la confusión en las tiendas de autoservicio para cometer el delito”.
Además, la directiva indicó que hay quienes buscan ahorrarse algunos pesos para los regalos del Día de la Madre, del Niño, del Padre, ambientar su fiesta de forma gratuita el 15 de septiembre o celebrar Navidad sin hacer un gasto adicional.
Como las tendencias de moda en el mundo, el robo hormiga también tiene sus temporadas y la gente aprovecha ciertas festividades para echarse al bolsillo algo, aprovechando las aglomeraciones en las tiendas durante esos días.
De acuerdo con la gerente legal de Alto México, a finales de año la incidencia del delito crece de forma importante en las tiendas de autoservicio y departamentales; no obstante días previos al 10 de mayo, la confitería, chocolates, dulces y perfumería son los productos consentidos de los ladrones.
Asimismo, comentó que previo al Día del Niño, los productos favoritos de los ladrones son los chocolates, juguetes y todos los regalos relacionados a la fiesta. Mientras en septiembre se incrementa el robo de botellas de tequila y todo aquello alusivo a la preparación de una cena mexicana.
“El 60% las personas que roba son hombres, el 40% son mujeres, esto también va variando dependiendo de la temporada. La edad en que más se comete este tipo de delitos es de los 23 a los 45 años, aunque también tenemos robos cometidos por personas de la tercera edad”.
La especialista agregó que el fenómeno del robo hormiga es algo que ocurre en cualquier parte del mundo, pero el modelo de Alto ha funcionado a cuidar los patrimonios y promover una cultura de honestidad y cero tolerancia a quien comete la acción de robar.
De acuerdo con la consultoría Deloitte, al menos 60% de las compañías en México son afectadas por algún tipo conducta ilícita como el robo hormiga, uso indebido de los activos o manipulación de información.