La invasión rusa a Ucrania supera los ocho meses de duración, tiempo en el que múltiples empresas pasaron de suspender actividades a vender sus negocios en Rusia. En la última semana, diversas compañías automotrices anunciaron sus propias medidas entorno al “incierto” escenario.
Empresas de alimentos, consumo, moda y más han retirado inversiones y marcas del país. Por un lado, a esto se llegó como medida en contra de la guerra generada, y por otro lado por la inestabilidad económica que ha generado. Sin embargo, de forma interna Rusia se mantiene con empresas locales.
Motivado por la “incertidumbre general” y por los problemas de suministro en Rusia, el fabricante de neumáticos Bridgestone ha iniciado el proceso de venta de sus activos en Rusia, donde emplea a unas 1.000 personas. Según ha informado la empresa, esta operación se dilatará durante “varios meses”. La multinacional japonesa aseguró que el país solo representa el 2% de sus ingresos, por lo que el golpe no será tan grave.
Mercedes-Benz dice adiós a Rusia
Por otro lado, el fabricante de automóviles alemán Mercedes-Benz tiene previsto vender sus activos rusos a un inversor local. Así lo informó el miércoles pasado el Ministerio de Industria y Comercio ruso. “Mercedes-Benz tiene la intención de vender sus acciones en las filiales rusas a un inversor local”, dijo el ministerio en un comunicado de Telegram.
“El nuevo propietario de las divisiones rusas de Mercedes-Benz, Avtodom, podrá atraer a otras empresas como socios para producciones conjuntas”, añadió la entidad. Esta compañía, fundada en 1992, pertenece a los líderes del mercado en el segmento premium y de lujo en la Federación Rusa.
Mercedes-Benz confirmó su intención de vender en otro comunicado. “El cumplimiento de las obligaciones con los clientes en Rusia… así como el mantenimiento de los puestos de trabajo de los empleados de las divisiones rusas de la empresa” fueron la prioridad a la hora de cerrar el acuerdo con Avtodom, dijo la directora general de Mercedes-Benz-RUS, Natalya Koroleva.
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Estadounidense Ford también pone fin a sus operaciones
No podía faltar una empresa norteamericana que decida retirarse de Rusia. El gigante Ford Company también anunció su salida definitiva de la federación, luego que en marzo suspendiera sus actividades.
La compañía venderá su participación en la empresa conjunta Sollers Ford. El fabricante señaló en un comunicado —que recoge Efe— que las acciones de la empresa conjunta, donde tenía un 49% de participación, serán transferidas “por un valor nominal”. La compañía también retiene la opción de volver a comprar las acciones en un plazo de cinco años “si la situación global cambia”.
A principios de este año Ford asumió unas pérdidas de 122 millones de dólares en relación con la suspensión de sus actividades en Rusia. La empresa conjunta cerró en 2019 dos plantas de montaje de vehículos y una planta de producción de motores en Rusia. En el año 2021 consiguió vender en el país unos 20.000 vehículos.
Industria automotriz rusa pende de un hilo
Hace dos semanas, Nissan Motor anunciaba también la venta de sus operaciones en Rusia a una entidad de ese país. La operación, aprobada por el Comité Ejecutivo de Nissan, supondrá el traspaso de todos sus negocios en la federación al Instituto Central de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores (NAMI).
La salida del mercado ruso supondrá un impacto en las cuentas de Nissan de aproximadamente 100,000 millones de yenes (707 millones de euros), según la empresa, que no dio más detalles del montante de la transacción.
Además de las salidas de los gigantes automotrices, se suma la agraviada cadena de suministro en Rusia. El gobierno de Vladimir Putin firmó a inicios del mes un veto de entrada contra los vehículos de las empresas de transporte de la Unión Europea, Ucrania, Reino Unido y Noruega.