Londres. SABMiller puso un pie en la tercera mayor economía de América latina con la compra de la cervecería argentina Isenbeck al grupo Warsteiner, con lo que podrá comenzar a competir en un territorio dominado por su archirrival Anheuser-Busch InBev.
Los analistas estimaron que SABMiller, la segunda mayor cervecería del mundo, estaría pagando US$43 millones al grupo alemán Warsteiner y que ahora tendrá una participación del 3 por ciento en el mercado argentino.
En Argentina, AB InBev concentra un 74% del mercado, mientras que Heineken/CCU es dueño de un 22%.
Isenbeck tiene activos por US$24,7 millones y acumuló ventas por 600.000 hectolitros en el 2009. Su planta de producción, ubicada cerca de Buenos Aires, posee una capacidad de 1,2 millones de hectolitros.
La cerveza marca Warsteiner será producida bajo un acuerdo de licencia de largo plazo con la cervecería alemana.
Expansión regional. SABMiller busca abastecer a Paraguay, el sur de Brasil y Uruguay con la cerveza de su planta en Argentina, en la que luego planea fabricar su cerveza Peroni.
AB InBev domina el mercado argentino con sus marcas locales, como Quilmes, pero también comercializa las marcas Stella Artois y Brahma.
El consumo per cápita de cerveza en Argentina es de 41 litros por año, frente a los 81 litros de Estados Unidos y los 57 de Brasil.
Si bien el acuerdo es pequeño en términos financieros, los analistas dicen que es significativo ya que marca la primera operación significativa de SABMiller en Latinoamérica desde que en el 2005 compró a Bavaria para ingresar en Colombia, Perú, Ecuador y Panamá.
“Su entrada en un territorio dominado por ABI (Anheuser-Busch InBev) muestra su confianza en su división latinoamericana y, sin dudas, despertará especulaciones sobre que Brasil sería el próximo mercado en su lista”, dijo el analista Simon Hales, de la correduría Evolution Securities.
AB InBev tiene cerca de dos tercios del mercado brasileño de cerveza, el tercero más grande del mundo, y Brasil es una fuente importante de ganancias del grupo belga.
SABMiller, que a comienzos de noviembre reportó un crecimiento mayor al esperado de sus ganancias semestrales por las fuertes ventas en los mercados emergentes, no reveló el precio de la transacción.