“La demanda de alimentos frescos va en aumento”, dijo Greg Creed, presidente ejecutivo de Yum Brands, propietaria de Taco Bell, KFC y Pizza Hut.
Durante una presentación a los analistas e inversionistas el mes pasado, Creed dijo que la compañía necesita ser más transparente sobre los ingredientes y usar menos preservantes.
McDonald’s, Taco Bell y otras cadenas tratan de dejar atrás su reputación de servir alimentos llenos de sustancias químicas. Eso incluye repensar el uso de preservantes artificiales y otros ingredientes que los clientes consideran inaceptables.
Presentar la comida rápida bajo una nueva luz “fresca” será complicado, en buena parte porque se le considera grasosa y de poca calidad. Otro problema es que términos como “fresca” y “saludable” tiene significados nebulosos, lo que dificulta a las empresas escoger un camino hacia la transformación.
Una forma en que las cadenas tratan de redefinirse es eliminando sustancias químicas que los clientes rechazan.
Compañías que piensan reformular sus productos
PepsiCo, por ejemplo, dijo que eliminaría el aceite vegetal bromado de la bebida Gatorade, tras una petición de un adolescente que notó que no está aprobado en algunos mercados de otros países.
El mes pasado, Mike Andres, presidente de McDonald’s en Estados Unidos, presentó mejoras en que la empresa trabaja, como la simplificación de las etiquetas con los ingredientes. Aunque sin ofrecer detalles, dijo que espera algunos cambios a principios del 2015. Andres habló después que la empresa declaró una baja de ventas del 4,6% en Estados Unidos en noviembre, al final de dos años de mal rendimiento.
“¿Por qué necesitamos preservantes en nuestros alimentos?”, preguntó Andres, señalando que los restaurantes McDonald’s consumen rápidamente las existencias. “Probablemente no los necesitamos”.
Por su parte, Subway, una empresa privada que no informa sus cifras de ventas, comenzó a transmitir el jueves publicidad por televisión de sus masas de pollo sin preservantes o sabores artificiales. Después de mala publicidad, la compañía informó a principios del año pasado que eliminaría un ingrediente de su pan que según una petición en internet también se usa en las alfombrillas para practicar yoga. El ingrediente en cuestión, la azodicarbonamida, está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicina y se usa ampliamente como acondicionador de masa de pan y agente blanqueador.
No está claro con qué rapidez las compañías de comida rápida reformularán sus recetas. Pero las mayores cadenas del país enfrentan una competencia cada vez mayor. En el último trimestre, las visitas de clientes a las cadenas de hamburguesas declinaron 3% en comparación con el año anterior, según la firma de investigación de mercado NPD Group. Las cadenas de comida rápida casual, que se consideran de mejor calidad que la comida rápida tradicional, tuvieron un alza de visitas del 8%.