Muy pocos son los negocios que desde sus inicios implementaron medidas de bioseguridad al brindar sus servicios; éste es el caso de Selfclub, un salón de belleza dedicado a personas que aman sentirse y verse bien, que valoran momentos y rituales para cuidar de sí mismos, ello ha permitido que, pese a la coyuntura global del COVID-19, mantengan su crecimiento y tengan planes de expansión.
“Selfclub surge con el propósito de reinventar el concepto de belleza que predominaba en el Perú, orientándolo a promover el auto cuidado, brindando servicios enfocados en belleza y bienestar en el que prima la calidad, comodidad y el cuidado del cliente”, refirió su fundadora Jessica Villavicencio.
Asimismo, añadió que su público objetivo busca darse un espacio para sí mismo en un lugar cómodo, relajado y seguro. “Las reservas no paran pues estamos ganando reconocimiento en el sector con el salón de belleza como un lugar único en su género en Lima, un lugar en el que te desconectas para conectar contigo mismo”, indicó.
Desde la creación e inicio de Selfclub, la ética, honestidad e higiene, han guiado el desarrollo de sus servicios, siendo responsables con los procesos y materiales de trabajo, protegiendo la salud de su equipo y clientes. Los ambientes de la empresa están diseñados para dar a cada cliente un espacio suficiente que fomente la relajación y conexión consigo mismo, en el que no se sientan invadidos.
“Nuestra comunidad crece, hoy los selfclubbers, como llamamos a nuestros clientes, son felices en un espacio de disfrute en el que pasan el mejor tiempo de la forma más segura. Sin duda apuntamos a ser un salón de belleza líder en el sector, porque nos enfocamos en el cuidado tanto por fuera como por dentro, por lo que no desestimamos llegar a más distritos”, finalizó la fundadora.