La renuncia laboral es un derecho natural y constitucional en todo el mundo, ya que, si una persona está cansada de su trabajo, ha encontrado una mejor oportunidad laboral, hay un ambiente laboral negativo, entre otras razones, una empresa no puede obligarlo a permanecer en ella.
Sin embargo, renunciar a un trabajo supone una serie de planteamientos, normas y una acción que puede jugar tanto a favor, como en contra en el ámbito profesional y económico.
Por regla general, tanto el empresario como el trabajador sólo pueden poner fin a la relación laboral cuando se respeta un plazo de preaviso, es decir, un período de tiempo generalmente fijado por la negociación colectiva, durante el cual la relación laboral continúa sin ninguna alteración.
¿Puedo dejar de trabajar el mismo día que renuncié?
Carolina Fernández, abogada laboralista, señala que la renuncia se debe comunicar a través de una carta, donde se debe indicar la fecha en la que el empleado desea romper el vínculo laboral con la empresa, la cual debe ser posterior a los 30 días luego de su entrega.
“Es decir, si hoy yo quiero renunciar, tengo que avisar con 30 días de anticipación a la fecha de mi último día de trabajo. También, tenemos otra opción en la cual yo le voy a pedir al empleador que me exonere de ese plazo”, indica la especialista.
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¿Qué pasa si el empleador no acepta exonerar el plazo?
La respuesta de la solicitud de exoneración tiene por parte del empleador, tiene un plazo de tres días calendario, si este tiempo transcurre y no se tiene respuesta, se da por aceptada la renuncia laboral.
Sin embargo, el empleador también puede enviar una carta en la que señala que no se acepta la exoneración del plazo de ley y el trabajador debe cumplir asistencia para realizar sus funciones.
“El trabajador a partir del día de inasistencia siguiente de esa fecha (que estableciste en la carta) va a incurrir en una falta grave de abandono de trabajo. Este es un procedimiento de despido que el empleador puede iniciar voluntariamente cuando ve que no le hicieron caso”, agrega Fernández.
Cuando se aplica un procedimiento de abandono de trabajo, se le envía al trabajador una carta de previo aviso de despido, con un margen de seis días para su descargo y al séptimo día se le entrega la carta oficial de despido por abandono.
¿Qué pasa al dejar de trabajar de inmediato?
Si un trabajador deja su cargo de forma inmediata al momento de presentar su renuncia, igualmente le toca recibir la liquidación de beneficios sociales.
Sin embargo, Fernández alega que, “puede haber alguna empresa de un rubro tan delicado que, si el trabajador se retira, no va a poder contratar una persona de inmediato. Ese evento va a causar una grave afectación económica, por lo que puede descontarlo de la liquidación”.
Para ello, se recomienda al empleador añadir a los contratos de los de los colaboradores, cláusulas de penalidades o descuentos en caso de marcharse de un momento a otro.
¿Qué hacer en caso de renovación?
Al terminar el contrato laboral, el trabajador no tiene ninguna obligación de presentar una carta de renuncia. Puede terminar el vínculo con la empresa sin necesidad de renovar.
De esta forma, a partir del día siguiente, se contarían 48 horas para el pago de la liquidación de beneficios sociales correspondientes por sus servicios.
Por el contrario, si al empleado le obligan a presentar una carta de renuncia, Fernández señala que, puede haber un acto inadecuado o hasta ilegal detrás, como un pago, una deuda, un reclamo, una indemnización, etc. En este caso, lo mejor es contactarse con un asesor legal antes de presentar la renuncia.