La pandemia está creando oportunidades para que varios retailers se aseguren un espacio comercial de calidad en algunas de las mejores ubicaciones de sus mercados objetivo. Es en este contexto que el segmento de supermercados ha demostrado un perfil adaptable durante toda la pandemia. Y es justamente esta agilidad a la que los inversores les ha llamado la atención.
Este formato dentro del sector retail, es el que más activos tiene y mejor está incorporando la “nueva normalidad”; los nuevos hábitos de compra y consumo, con una constante resiliencia frente a la crisis. Esto lo demuestra el informe del sector de distribución europeo de JLL.
Amplitud de horarios, mayor número de establecimientos de proximidad, productos premium a precios asequibles e incorporación de características que facilitan la experiencia de compra (pasillos amplios, techos altos, espacios eficientes y luminosos, parkings grandes, etc.) son algunas de las razones de la buena marcha de estos activos.
La fortaleza del segmento se refleja en el incremento de la inversión en los últimos 18 meses, que ha batido récords con alrededor de 690 millones de euros de inversión (282 millones en lo que va de 2021). Este volumen representó el 44% de la inversión total en retail.
Según estiman en JLL, la inversión para este año igual alcanzaría los 600 millones de euros. Augusto Lobo, director de Retail de la firma en España, comenta que “los inversores ven este mercado como muy seguro, y de reducida complejidad en la gestión inmobiliaria”. Destaca, además, la variedad de inversores que se fijan en los activos dentro del sector, desde privados que adquieren un activo hasta inversores globales.
Eso sí, la competencia es alta. La diversificación de marcas en un solo país permite una competencia sana, regulada por las autoridades locales. En países como Francia (con Carrefour y E.Leclerc), Reino Unido (con Tesco y Sainsbury’s) o Alemania (con Edeka Group y Rewe Group), por ejemplo, las cuotas de mercado no superan el 28%.
España, un país atractivo para inversores
Según el estudio, el 65% de las ventas en España están controlada por 10 grupos, entre los que se destacan las grandes cadenas como Mercadona, Carrefour o El Corte Inglés. Pero, también se encuentran grupos más locales como Consum o Covirán, que dan la talla frente a las grandes marcas.
Esta intensa y variable competencia le permite a los directivos emplear diversas estrategias para mejorar su performance en el país. Optimización del espacio físico, la densificación con usos acumulativos no alimentarios, el crecimiento de sus carteras de tiendas y la actividad de fusiones y adquisiciones.