Tambo: ¿Quiénes son sus dueños y por qué es tan exitoso en el Perú?
Durante la última década, Tambo ha revolucionado el mercado de conveniencia en Perú, posicionándose como líder indiscutible. Desde sus inicios en 2015, la cadena ha expandido su red estratégicamente, ofreciendo una variedad de productos y servicios.
Durante la última década, el mercado de conveniencia en Perú ha experimentado una notable evolución, y Tambo ha desempeñado un papel crucial en este. Antes de la presencia de la marca, las principales cadenas de proximidad eran las tiendas de las estaciones de servicio de Primax y Repsol, con LiSTO! y Repshop como sus representantes, respectivamente. No obstante, Tambo no solo ha logrado consolidarse en este mercado altamente competitivo, sino también posicionarse como líder indiscutible en el mismo.
En esquinas estratégicas, frente a paraderos, bajo torres de oficinas o al costado de universidades, Tambo ha logrado establecer una sólida red de tiendas en puntos estratégicos en todo el país. ¿Cómo ha alcanzado este éxito? A continuación, te lo detallamos.
Los inicios de Tambo
Tambo tiene sus raíces profundamente arraigadas en la rica historia de los tambos del Imperio Incaico, que servían como lugares de descanso y acopio para los chasquis, los mensajeros imperiales. Esta conexión histórica se refleja en la marca, que desde su inicio en 2015 ha buscado estar cerca tanto de los consumidores como de sus propios locales entre sí.
La familia Lindley, descendientes del visionario empresario Isaac Lindley, creador de la icónica Inca Kola, son los dueños de Tambo. A través del Grupo Lindcorp, supervisan no solo la cadena de tiendas de conveniencia, sino también otras empresas como Aruma, especializada en belleza, y Comidas Gourmet.
En 2015, al reconocer un mercado poco explorado pero con un enorme potencial, los dueños de Tambo decidieron adentrarse en el ámbito de las tiendas de conveniencia. Luis Seminario, encargado de la gerencia de este nuevo proyecto, identificó las demandas de la generación millennial: practicidad, cercanía e innovación.
Con estos criterios, se estableció la marca, y el 1 de abril de ese año, inauguraron su primera tienda en el distrito de Comas. Seminario diseñó misiones de compra específicas, centrándose en reuniones, antojos, comida rápida y reposición. Su enfoque innovador y la eficiente utilización de las redes sociales, especialmente Facebook, les permitió conectar con un amplio espectro de clientes.
Inicialmente, Tambo se especializaba en la venta de productos como snacks, golosinas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, así como otras categorías de consumo. La gran apuesta de la marca era la comercialización de alimentos listos para consumir, tales como sándwiches y empanadas. Con el paso de los años, la oferta de categorías se expandió, incluyendo ahora productos de cuidado del hogar, limpieza e incluso la venta de pollo a la brasa.
Aprovechando la cercanía de sus tiendas con los clientes, la cadena decidió incorporar servicios adicionales, como el pago de servicios, recarga de celulares y otras operaciones necesarias para el público.
Las claves de su éxito
La principal ventaja del segmento de conveniencia radica en el reducido espacio necesario para su operación en comparación con los supermercados. Estas tiendas suelen tener dimensiones que oscilan entre 200 y 600 metros cuadrados, lo que facilita su instalación.
Tambo, aprovechando esta facilidad, llevó a cabo una expansión notable, abriendo 40 tiendas en los primeros nueve meses y manteniendo un ritmo de inauguraciones de 100 locales por año. Este récord se mantuvo hasta 2019, año en el que alcanzaron la destacada cifra de 400 tiendas. Antes de la llegada de la pandemia, la cadena había anunciado su ambicioso plan de superar las 600 ubicaciones para conmemorar el Bicentenario del Perú en 2021.
Sin embargo, los planes se vieron complicados por la irrupción del coronavirus. Como mencionamos al principio, Tambo se estableció en lugares estratégicos con un elevado tráfico de personas, como frente a universidades, institutos y centros empresariales u oficinas. Entre 2020 y 2021, la cadena tuvo que cerrar numerosos locales que no estaban generando la misma rentabilidad que antes de la pandemia.
Finalmente, todo cambiaría con la disminución de la crisis sanitaria y el interés renovado de los inversionistas por recuperar el tiempo perdido. En junio de 2022, Tambo decidió reanudar sus planes de expansión e inauguró su tienda número 359 en el distrito de San Borja. Durante las siguientes semanas y meses, logró abrir más tiendas, específicamente inauguró 26 establecimientos adicionales ese año.
Crecimiento de Tambo
Un logro significativo en esta trayectoria es la decidida apuesta por expandir las operaciones a otras regiones del país. Hasta diciembre de 2022, todas las tiendas de la cadena se encontraban en Lima. Este escenario experimentó un cambio notable cuando, días antes de la Navidad, Tambo sorprendió al inaugurar primer establecimiento en Chiclayo, en la región de Lambayeque.
En el transcurso de 2023, la implementación de esta estrategia se mantuvo firme, con la apertura de múltiples tiendas en diversas ciudades como La Libertad, Piura e Ica. De esta manera, la marca consolidó la apertura de 75 nuevos locales, culminando el año con una destacada cifra de 460 tiendas en total.
Es importante señalar que, hasta la fecha de esta publicación, Tambo ha continuado expandiéndose y alcanzó un nuevo hito en julio con la apertura de su tienda número 500 en Trujillo.
Oferta versátil: desde alimentos hasta pagos de servicios
Tambo se destaca por su variada oferta de productos y servicios diseñados para satisfacer las necesidades cotidianas de los clientes, brindando una alternativa conveniente para la adquisición de alimentos, bebidas, artículos de cuidado personal, productos de limpieza, snacks y otros elementos esenciales de consumo.
Además, la cadena cuenta con secciones dedicadas a la venta de productos listos para consumir, como sándwiches, bebidas y bocadillos, convirtiéndose en una opción práctica para aquellos que buscan soluciones rápidas en su rutina diaria.
La propuesta de Tambo se amplía con la posibilidad de realizar pagos de servicios básicos como luz, agua y gas, así como abonar recibos de operadoras, tributos a la Sunat e incluso algunos institutos, colegios y universidades.
Es importante resaltar que ciertas sucursales cercanas a las estaciones del Metropolitano o de los corredores complementarios (Azul o Rojo) ofrecen la conveniencia de recargar tarjetas para estos medios de transporte. Además, algunas tiendas específicas cuentan con cajeros automáticos de bancos y acceso a plataformas de apuestas online.