Tesco anunció un plan de reestructuración en Hungría, país del cual se retirarán por el endurecimiento de la legislación y los problemas económicos de la cadena de hipermercados británica.
Asimismo, cerraran 43 hipermercados en el Reino Unido así como su histórica sede en Chesnut, en las afueras de Londres. Además, anularon la apertura de otros 49 hipermercados, suspendieron el dividendo a los accionistas y se limitaron las ventajas del fondo de pensiones.
El anuncio de estas medidas por parte del nuevo director general, Dave Lewis, permitió que las acciones de Tesco en la bolsa de Londres se dispararan un diez por ciento.
“Cuando el director general anunció un programa de cierres, los accionistas lo aprecian porque muestra seriedad”, explica Michael Hewson, analista en CMC Markets.
“Pero creo que aún es demasiado pronto para cantar victoria porque solo se trata del principio de un cambio de rumbo en Tesco”, agregó.
Mercado húngaro
La delegación húngara anunció que cerrará treces tiendas de las más de doscientas que posee en Hungría. Recientemente, el gobierno de Budapest aprobó nuevas restricciones e impuestos para las grandes cadenas extranjeras.
“Uno de los cambios legislativos contra nuestro negocio es que, si registramos dos años consecutivos sin beneficios, nos tenemos que ir de este mercado”, recuerda el director general de Tesco Hungría, Nigel Jones. “Hay que mantenerse en ganancias para protegernos a largo plazo”.
Esta justificación es denunciada, a su vez, por el propio Gobierno y por los sindicatos. Es cierto que el número uno británico atraviesa una fuerte crisis en su país por la dura competencia de las cadenas con precios más baratos. Lo que lleva a la dirección de Tesco a reducir sus gastos en países como Hungría, que representan su cuarto mercado mundial y fue su primer destino en el exterior.
“Nuestra labor, como sindicatos, es proteger al empleado, intentar encontrar otro puesto para ellos o una buena indemnización si no pueden quedarse en Tesco”, detalla el responsable de los trabajadores comerciales húngaros, József Sáling.
“Las nuevas reglas afectan a las grandes cadenas, también al francés Alcampo y el holandés Spar”, explica la periodista de economía de Euronews en una tienda al norte Budapest, Beatrix Asboth.
“Por ahora, no piensan en irse de Hungría. Spar reaccionó recortando sus inversiones y convirtiendo algunas de sus tiendas en franquicias. Tesco aún no se lo plantea a corto plazo”.
Todavía no se ha concretado qué supondrá estos cierres en cuanto a reducción de plantilla. En todo caso, el que sigue siendo líder en el sector en el Reino Unido quiere ahorrar costes respecto a la competencia cada vez mayor de las grandes superficies con precios más baratos, venidas de Alemania o del mismo país.
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