El operador internacional Tesco ha recortado su previsión de beneficios y los gastos de capital para todo el año. Será del 75% debido a difíciles condiciones comerciales.
El grupo de distribución británico, tras haber sustituido en julio a su máximo dirigente Philip Clarke a consecuencia de la mala evolución de las cuentas, adelanta ahora la fecha para que su sustituto, Dave Lewis, asuma las riendas de la compañía tras la necesidad urgente de un programa de reactivación.
El recorte del dividendo a 1,16 peniques por acción brindará a Lewis un mayor margen de maniobra financiero y le permitirá profundizar en los planes de ahorro de la empresa.
«Las medidas anunciadas con respecto a los gastos de capital y, en particular, los dividendos no se han tomado a la ligera. Se consideran medidas que nos permiten mantener una sólida posición financiera y de opcionalidad estratégica», en palabras del presidente, Richard Broadbent.
Tesco apuesta por Dave Lewis para mejorar la rentabilidad del grupo británico, que representa una de las prioridades para los órganos de gobierno del retailer.
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