La conversión de las tiendas Blockbuster a The B-Store en México significa una gran oportunidad de negocios para Grupo Salinas. En ese punto, la firma mexicana está apostando en sus nuevas tiendas con la renta de películas y videojuegos y la venta de artículos tecnológicos.
Cabe recordar que los activos de Blockbuster en México fue adquirida por la minorista Elektra, en una operación por 408 millones de pesos (unos 31 millones de dólares), anunciada en enero del 2014. Ahora la compañía mexicana viene implementando estrategias para sacar a flote estos activos.
En ese sentido, el vicepresidente del consejo de administración de Banco Azteca, Luis Niño de Rivera, en una entrevista para Forbes México, dijo que la transformación de Blockbuster trajo consigo el cierre de algunas tiendas que no estaban ubicadas en lugares estratégicos o no eran rentables. De 320 quedaron solamente 200.
“Compramos Blockbuster y cambiamos al concepto The B-Store, porque queremos continuar con el negocio de rentar películas y videojuegos mientras sea viable. Curiosamente en el país todavía hay gente que toma su ida a rentar películas como un evento familiar, y con precios muy accesibles”, precisó el ejecutivo.
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APUESTAN A LA TECNOLOGÍA
La apuesta por los smartphones y la tecnología son los principales puntos en la estrategia de Grupo Salinas para The B-Store, además de la nueva marca Asertum Bank, con cuatro sucursales en Querétaro, una en Guadalajara, otra en el Ajusco, una más en Tecamachalco y la que abrirá en Monterrey.
El especialista sostuvo que los mexicanos siguen rentando películas, la incorporación de la venta de gadgets y smartphones en los negocios de The B-Store impulsará el modelo de negocio.
“El e-commerce está creciendo. Vemos la llegada de Amazon y está siendo muy exitosa. PayPal también está teniendo cifras de crecimiento. Pero las personas que no tienen acceso y no pueden utilizar estos servicios continuarán durante muchos años con las compras físicas”, comentó.
En Estados Unidos, Blockbuster se declaró en quiebra en 2010. La causa: la competencia del modelo de negocio basado en streaming, como el caso de Netflix. El punto final vino cuando las ventas de artículos en sus tiendas fueron sepultadas por el e-commerce.
