Las compras ‘al paso’ son un resultado directo de las crecientes poblaciones urbanas que gozan de estilos de vida cada vez más acelerados.
Las tiendas de conveniencia (como 7Eleven y los mini-markets de los grifos) son la solución a este nuevo comportamiento.
Un reciente informe de la firma de análisis de mercados Euromonitor International señala que en América Latina este canal de venta moderno ya está empezando a desplazar a los pequeños abarroteros independientes, como las bodegas, quioscos y mercados en la mayoría de países donde el Perú no es uno de ellos.
Crece la conveniencia
El estudio reconoce que el mercado de tiendas de conveniencia está en distintas etapas de desarrollo, entre los distintos países de la región.
En algunos países estas tiendas ya son comunes, en otros el canal está subdesarrollado pero creciendo de manera rápida (es el caso de la mayoría de países) y en algunos otros, como el Perú, las tiendas de conveniencia no se han consolidado aún, refiere el portal Semana Económica.
En la región, sólo Brasil cuenta con un mercado de tiendas de conveniencia desarrollado. El exitoso canal de venta recibió a tres nuevos jugadores durante el 2014.
La mayoría de países latinoamericanos cuenta con un mercado de tiendas de conveniencia subdesarrollado pero que está experimentando un fuerte crecimiento. Ese es el caso de Guatemala, Costa Rica, Colombia y Argentina.
En el caso colombiano, una serie de marcas de tiendas de conveniencia han logrado expandirse rápidamente en el país. Su estrategia fue realizar lanzamientos en barrios populares y pueblos pequeños, utilizando un formato de tienda más pequeño que otras tiendas de abarrotes modernas (500 m2, como máximo).
La mayor proximidad a hogares y la adaptación de su oferta de productos a los consumidores del área han dado resultados.
Aún por desarrollar
El Perú, junto con Ecuador y Venezuela, son los países donde el canal de tiendas de conveniencia es aún incipiente. En Venezuela sólo existen dos marcas de este tipo de tiendas y entre ambas, suman un total de 45 establecimientos en todo el país. La popularidad de las panaderías y farmacias, que también venden abarrotes, es el motivo de la débil presencia de las tiendas de conveniencia.
En Ecuador este canal recién se está desarrollando y su mercado se concentra, principalmente, en Quito y Guayaquil. Por su lado, los consumidores de República Dominicana aún prefieren a los abarroteros independientes y locales. Éstos son más cómodos para los dominicanos, pues ofrecen el servicio de reparto a domicilio vía bicicleta.
En el Perú, las bodegas mantienen su posición como un canal principal para abarrotes. Éstas representan casi el 40% de las ventas totales de los retailers de abarrotes en el país.
Las bodegas ofrecen una gran variedad de formatos de envases pequeños, lo que favorece pequeñas compras diarias entre los consumidores de más bajos ingresos y agrada a aquellos consumidores que ante la desaceleración optan por comprar presentaciones más pequeñas de los productos que acostumbran adquirir, en lugar de sacrificar categorías.
Dónde sí, dónde no
Existen ciertas diferencias en las condiciones de mercado donde las tiendas de conveniencia han logrado desplazar a los pequeños abarroteros.
Según David Mackinson, analista de investigación senior de Euromonitor, el mayor ingreso disponible, la mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral, la mayor distancia en promedio recorrida entre el hogar y el centro de trabajo, y una mayor porcentaje de la población que se dueña de un auto caracterizan a estos mercados. Sin embargo, agrega que un mayor gasto per cápita ha probado ser clave también.
Para Mackinson, las estimaciones de Euromonitor indican que la tasa de crecimiento anual compuesto para las tiendas de conveniencia que acompañan a los grifos es de 4% anual para los próximos 5 años. La tasa de crecimiento de este segmento fue de 6.7% durante el 2014.
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