Largo tiempo era uno de los bastiones electrónicos, hoy Toshiba se encuentra sobre un hilo y cualquier mala decisión podría conducir a la ruina. Con 147 años de vida, el gigante japonés acaba de reorganizar, nuevamente, su junta directiva y hubo posiciones enfrentadas sobre el rumbo de la compañía.
Como habíamos adelantado, Toshiba planeaba dividirse en 2 compañías independientes, que desarrollarían aparatos electrónicos y semiconductores, así como su segmento de infraestructura. Sin embargo, la compañía ha tomado otra dirección sobre el futuro de la misma y parece que se encamina a la privatización, dejando de cotizar en la bolsa.
Esta situación se vio reflejada el último martes, cuando los accionistas de Toshiba Corp votaron a favor de incluir a dos inversionistas de fondos de cobertura activistas como miembros de la mesa. La asamblea general anual de Toshiba eligió a Nabeel Bhanji, gerente sénior de cartera de Elliott Management, y a Eijiro Imai, director gerente de Farallon Capital Management como nuevos miembros de la junta.
Los accionistas también eligieron a Akihiro Watanabe, un ejecutivo del banco de inversión boutique estadounidense Houlihan Lokey, quien se convierte en presidente de la junta. El nombramiento de Bhanji e Imai no estuvo exento de polémica. La directora externa Mariko Watahiki, que se opuso a su candidatura, presentó su renuncia después de la votación.
Toshiba se reorganiza internamente para ser comprada
Watahiki, una ex jueza del Tribunal Superior, había argumentado que los nombramientos de los dos podrían inclinar demasiado la junta hacia la participación de inversores activistas. Con la renuncia de Watahiki, 6 de los 12 directores de la empresa pertenecen o están afiliados a fondos de inversión.
Cabe destacar que más del 20% de los accionistas votaron en contra de ambas decisiones, según los resultados finales de la votación este jueves. Según un desglose provisional de la votación, Watahiki obtuvo la tasa de apoyo más baja, del 65,87 %, seguida por el 75,81 % de Imai y el 76,16 % de Bhanji.
Hasta ahora, solo unas pocas grandes empresas japonesas han incorporado accionistas activistas a sus directorios. Toshiba es particularmente importante dada su historia de crisis contables y de gobierno desde 2015 y las tensiones con su gran base de inversionistas activistas. Los analistas creen que algunos accionistas activistas quieren que Toshiba se vuelva privada de esta manera porque el comprador probablemente comprará sus acciones de Toshiba con una prima.
“Uno de los principales problemas que hemos tenido como empresa es la falta de confianza entre nuestros grandes accionistas y la gerencia. Este fue un intento de solucionarlo”, dijo Raymond Zage, quien presidió el comité de nominaciones de Toshiba, en la reunión antes de la votación.
¿Quién da más?
Toshiba dijo este mes que había recibido ocho propuestas iniciales de compra, así como dos propuestas de alianzas de capital que la verían permanecer en la lista. Reuters informó que los postores están considerando ofrecer hasta 7 mil yenes (51,84 dólares) por acción para privatizar la empresa, valorando el acuerdo en hasta 22 mil millones de dólares, aunque el rango de precios era amplio y se han adjuntado varias condiciones.
KKR & Co Inc, Baring Private Equity Asia, Blackstone Inc, Bain Capital, Brookfield Asset Management, MBK Partners, Apollo Global Management y CVC Capital Partners son algunos de los postores iniciales.
La primera tarea de la junta es reducir la lista de pretendientes y realizar la debida diligencia con cada uno, antes de decidir el siguiente paso para la compañía de 147 años. Las acciones de Toshiba han ganado un 20% en lo que va del 2022, en parte debido a sus planes de revisar las ofertas de privatización.