Manuel Saba, presidente del grupo mexicano Casa Saba, tras vender de manera sorpresiva los activos de Farmacias Ahumada en Perú (FASA), al holding Quicorp, a través de su filial ecuatoriana Quifatex, en declaraciones recientes señaló que “esta transacción nos permite dar un paso importante, por ahora, en nuestra estrategia de concentrar nuestro portafolio de negocios en los mercados claves, México y Chile, y al mismo tiempo fortalecer nuestra estructura de capital. El fortalecimiento de nuestros balances es una condición necesaria para explorar posibilidades de expansión en otros mercados de América Latina en el mediano plazo”.
La venta de Fasa en Perú, incluía las acciones de sus filiales Farmacias Peruanas y Droguerías La Victoria. Asimismo, Casa Saba acordó la venta y el licenciamiento de largo plazo de “ciertas marcas” las cuales no precisó, propiedad de la empresa en Chile, con lo que incluso trascendió que se desprendería de sus activos en dicho país.
En todo caso, las empresas tenedoras de ambos grupos económicos llegaron a un convenio de cooperación, así como a acuerdos y obligaciones de no competir en ciertos territorios de Sudamérica.
El impacto en los resultados de Fasa para el presente ejercicio, en que potencialmente derivarán estas transacciones, se estima en una utilidad neta de (US$36 millones), considerando costos y gastos necesarios y usuales, incluyendo honorarios de los respectivos asesores legales y financieros.
Mientras, no se estima que la operación tendrá un impacto significativo en los resultados consolidados de Grupo Casa Saba, afirmaron desde México. Cabe señalar que al tercer trimestre de 2011, un 7,1% de los ingresos de Fasa provenían de la operación en Perú, lo que equivale a $42.342 millones, contando con 191 locales.
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