Entre abril y mayo del presente año, inspectores de Defensa Civil de Lima verificaron que unos 15 establecimientos de Las Malvinas funcionaban con riesgo alto: se detectaron fallas en la red eléctrica y en el sistema contra incendios, así también se evidenciaron problemas en las estructuras (rutas de emergencia y pasadizos estrechos).
Solo tres mejoraron sus condiciones de seguridad en visitas posteriores. Es decir, aún hay 13 galerías con condiciones inseguras en Las Malvinas, indicaron las autoridades al diario El Comercio.
En muchas de las galerías de Las Malvinas se encuentran una serie de irregularidades: no tiene certificado de Defensa Civil, sus extintores están con candados o muchos puestos no los tienen, sus pasadizos lucen bloqueados por máquinas, escaleras de metal y mercancía, hay malas condiciones eléctricas, sus luces de emergencia están desconectadas y –lo más grave– no cuenta con sistema contra incendios (mangueras, bombas, detectores de humo, rociadores).
Esta situación de informalidad fue la que desencadeno uno de los incendios más voraces que haya visto Lima en los últimos años.
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ALMACENES ILEGALES
La Gerencia de Fiscalización y Control de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) inspeccionó la zona comercial conocida como Mesa Redonda en el Cercado de Lima.
Los agentes municipales, acompañados por el fiscal de prevención del delito José Quiroz, hallaron ocho almacenes clandestinos que funcionaban en la azotea de un edificio multifamiliar en el jirón Mesa Redonda.
Según informó el gerente de Fiscalización y Control, Cristian Rosenthal, para la comuna es difícil detectar estas construcciones ilegales porque los propietarios impiden el acceso a los últimos pisos de los inmuebles.
“Esta vez hemos trabajado de manera conjunta con el Ministerio Público para evitar la ilegalidad, es un avance significativo que tiene la comuna. Realizaremos un cruce de información para luego denunciar a las personas que han construido estos almacenes”, señaló por su parte el fiscal.
Asimismo, en el Mercado de Productores de Santa Anita hay cerca de cuarenta precarios depósitos instalados sobre las galerías del primer nivel. Algunos tienen escaleras y hasta balcón, desde donde los comerciantes vigilan, trabajan o se comunican con otros empleados.
En estos pisos superiores no hay extintores ni señalización de seguridad para la evacuación de los trabajadores en caso de sismo o incendio. Para llegar a estos niveles, los comerciantes improvisan estrechas escaleras con tablas de madera o tipo caracol.
El área de prensa del Mercado de Productores de Santa Anita asegura que sus funcionarios intentan hacer frente al incumplimiento de medidas de seguridad.
“No podemos impedirlo porque cada uno es dueño de su puesto”, explicó la jefa de prensa de este centro de abastos de Lima, Silvia Marisol.