El desembarco de Under Armour en Argentina ha causado un gran impacto tras conocerse la noticia, y según trascendió, la compañía comenzará el año próximo a extender una red de locales propios, tal como ya hizo en Chile y Brasil, donde auspician a Colo Colo y Sao Paulo.
Hay otras marcas globales y de perfil premium que tienen planes similares, como Asics, Brooks, Saucony, Hi-Tec, Sketchers, Head y Marmot, entre otras, que ganan participación con socios locales, en un mercado cada vez más sofisticado y diversificado.
“El negocio tiene potencial y hay mucho por hacer. La mayor competencia no nos preocupa porque hay lugar para todos”, opinó Raúl Fagale, gerente de marketing de la firma alemana Puma.
Por su parte, Guillermo Gotelli, presidente y CEO de GGM, que hasta diciembre pasado tenía los derechos de explotación de la marca Asics en el mercado argentino confirmó que la marca japonesa ha tomado la decisión de entrar a “competir” de forma directa.
El ejecutivo informó que Asics al igual que Under Armour, canaliza las ventas a través de las grandes cadenas comerciales, como Dexter, Falabella, Solo Deportes y Netshoes, entre otras.
La apertura de oficinas en Argentina promoverá la competencia, especialmente en el segmento de alta gama, donde Adidas y Nike lideran este sector.
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Mientras tanto, el Grupo Vieytes que perdió los derechos de Under Armour, afirma que tiene otras marcas fuertes, como las norteamericanas Brooks y Marmot, la austríaca Head, y la inglesa Hi-Tec.
Sebastián Forrester, Brand Manager del Grupo Vieytes, expresó además que está en negociaciones para ingresar a Argentina otras 5 marcas deportivas, pero no precisó cuáles. “El mercado se diversificó y han aparecido nichos nuevos”, explicó el ejecutivo.
Por su lado, Matías Blanco, director del grupo Blanco, que tiene marcas como Diadora y Athix (marca propia), sostiene que la apertura de las importaciones es algo relativo “si las reglas son iguales para todos”.
También aclara que el desembarco de Under Armour y Asics no afecta directamente a su negocio.
“Son jugadores internacionales muy grandes, que compiten con Adidas y Nike y le apuntan al target ABC1, únicamente. Diadora está un escalón debajo, junto con Fila, Puma y Topper”, añadió el ejecutivo.
En líneas generales, empresas y fabricantes coinciden en que la llegada de nuevos jugadores al mercado impactarán en los segmentos altos de consumo, donde el precio de un par de zapatillas de marca internacional puede cotizar por encima de los $3.000.
“Cuando se liberaron las importaciones, la oferta creció pero cayó la demanda”, remarcan.