Largas filas de compradores desesperados por la escasez de carne, pollo, azúcar, harinas de maíz, trigo, margarina, arroz, jabón, e incluso el necesario papel higiénico, se han multiplicado por todo Venezuela, amenazando con afectar la imagen de un presidente cuyo mandato solo comenzó hace un mes.
Así, la escasez en el último trimestre fue del 20% promedio, de acuerdo con el Banco Central, tomando en cuenta un índice que mide la disponibilidad de bienes y servicios. Pero de acuerdo al propio ente emisor, en algunos alimentos básicos las fallas estarían triplicando el índice general.
Este contexto, Maduro invitó a su mesa al multimillonario Lorenzo Mendoza, presidente de alimentos Polar, la mayor empresa privada del país que el fallecido Hugo Chávez amenazó durante años con expropiar y a cuyo líder acusó de conspirar contra “el proceso”.
“Estamos en una fase de mucho acercamiento con el sector privado sin dejar de atender la nueva economía socialista. Podemos crecer, todos creciendo”, reconoció el nuevo ministro de Finanzas, Nelson Merentes, quien es visto como un técnico del ala pragmática del chavismo con capacidad para rehabilitar los puentes con el sector privado tras años de hostilidades.