Inditex se despide de Venezuela. De esta manera las cinco tiendas de Inditex que Phoenix World Trade explotaba como franquiciado en este país cambiarán de nombre desapareciendo así marcas de la multinacional textil gallega con sede en el país, según recoge el diario local Producto.
Venezuela contaba con dos tiendas de Zara, otras dos de Bershka y una de Pull&Bear. Ninguna de ellas era propia de la multinacional fundada por Amancio Ortega, sino que todos era franquicias.
Inditex llegó en Venezuela en el año 1993 y logró contar con 22 establecimientos en el país. El cierre de estas cinco tiendas no supone un cambios significativo para la multinacional, pues el mercado venezolano tenía un peso muy pequeño en las ventas del grupo textil.
Según informan medios venezolanos, “las tiendas colgarán carteles con nuevos nombres: Zara será Lola, Pull&Bear pasará a ser Push&Co y Bershka se llamará Anakena. Phoenix rompe su relación con Inditex en Venezuela pero seguirá siendo su franquiciado en otros mercados como son República Dominicana y Aruba”.
En palabras del citado medio, “Inditex sabe además que las piezas que estaban en las tiendas Zara, Bershka y Pull&Bear, todas de viejas colecciones, seguramente pasarán a formar parte del stock de sus sustitutas”.
INDITEX EN VENEZUELA
Según reseñaron distintos medios digitales, los trabajadores de las tiendas no han sido despedidos ya que los establecimientos siguen en manos del Phoenix World Trade, quien planea inaugurar nuevas tiendas en los próximos días y con nombres similares.
El grupo textil llegó a tener 22 establecimientos distribuidos en Caracas, Valencia y Margarita: 8 de Zara, 5 de Pull&Bear y 9 de Bershka. Hasta el momento se desconoce las razones de la empresa para tomar esta decisión. Sin embargo, Vox Populi reseñó que se trata de una decisión de tipo político.
En 2004, comenzaron los problemas con el gobierno venezolano luego de que el presidente Hugo Chávez acusara a las tiendas de “fraude fiscal”.
“Tres años después, la compañía Phoenix World Trade, cuyo único socio local, el empresario venezolano-libanés Camilo Ibrahim, negoció con el grupo Inditex y convirtió a Zara, Pull&Bear y Bershka en franquicias corporativas”, precisa el citado medio.
Aun así, las relaciones con el régimen no mejoraron. En 2013, El Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) obligó a Zara a pagar una multa de 85.000 dólares por aumentar sus precios tras la devaluación del bolívar.
Además, el régimen prohibió a la cadena de tiendas incrementar sus precios de manera indiscriminada en los últimos siete años.