Aunque la compra online de este tipo de productos todavía tiene por delante un importante margen de crecimiento, Internet es un canal al que cada vez se recurre más para buscar información relacionada con las características de los juguetes y los precios, aunque una parte de las compras se realicen posteriormente en un establecimiento físico.
Con todo, y al margen de su uso como fuente de información, la venta directa de juguetes a través de Internet está ganando cada vez un mayor protagonismo, de la mano de la mayor costumbre que en general los consumidores vamos teniendo a la hora de comprar online y teniendo en cuenta la importante presencia en Internet de los propios niños, que a partir de cierta edad son claros decisores de cualquier compra, según confirman desde la tienda online especializada en juegos para niños Minigenios.com.
Muchos niños, de hecho, ya hacen sus listas de regalos en versión digital. Para eso son los llamados nativos digitales: han nacido con Internet.
En definitiva, es un sector en el que Internet tendrá cada vez más peso. Y de eso son muy conscientes, o deben serlo, tanto las tiendas de juguetes como las grandes superficies. Tanto si operan exclusivamente online como si también tienen presencia física.
Entre las ventajas que los padres valoran especialmente a la hora de comprar los juguetes y juegos para sus hijos a través de Internet, según el último estudio de la Asociación de Fabricantes de Juguetes de España, están:
– La comodidad de poder comprar cómodamente desde casa y sin horarios.
– La posibilidad de comparar y encontrar mejores precios.
– La posibilidad de acceder a un catálogo más amplio de productos y encontrar juguetes “de moda” que pueden estar agotados en las tiendas físicas.
– La posibilidad de poder consultar información y las características detalladas de un juguete a la hora de elegir el más adecuado para la edad del niño.
De hecho, y según el mismo estudio, las características más consultadas a través de Internet en el sector del juguete son, por este orden: el precio, la edad para la que el juguete es adecuado, la información y la descripción y las imágenes.
Por el contrario, las mayores resistencias a la hora de comprar el juguete directamente online vienen motivadas por la percepción de que se trata de una compra “fría” y las complicaciones que en determinados casos pueden darse a la hora de efectuar una devolución.
Ante esto, y teniendo en cuenta que el 64% de los padres buscan información relacionada con los juguetes antes de comprar y que cada vez hay una mayor predisposición a la hora de comprar online con los propios niños como protagonistas de la elección y la decisión, es fundamental el hecho de dar una respuesta ajustada a la demanda de los consumidores.
¿Cómo aumentar la venta online de juguetes?
En cualquier caso, a la hora de intentar aumentar las ventas, los esfuerzos deben concentrarse en hacer que la compra online realmente suponga una compensación respecto a la compra física y, para ello, hacer valer los puntos fuertes que tiene Internet como canal de venta:
– Aportar valor añadido: precios, promociones, envío gratuito en su totalidad o a partir de cierto importe de compra, buenos plazos de entrega, etc.
– Atención al cliente y política de devolución: entender que el proceso de compra no termina con la adquisición y el pago del juguete. Se trata de generar confianza, de que Internet no sea la excusa para que el cliente perciba que va a realizar una compra fría, de “estar” a la hora de solucionar cualquier duda o incidencia, de garantizar una buena política de devolución
– Simplificar al máximo el proceso de compra y el pago: si el proceso es complicado, genera dudas y se eterniza, el factor compensación se perderá inmediatamente con respecto a comprar en una tienda física. Esto afecta a todo el proceso, con especial atención a la hora de facilitar el proceso de pago, un punto crítico que puede hacer que la posibilidad de la venta se esfume en el último momento cuando ya casi se había completado.
– Facilitar una buena información de los productos: trabajar a fondo la información para dar respuesta a la demanda de información de los padres, pero también de los niños. Hay que conquistar a ambos.
Las fichas de producto no deben ser meras de descripciones, deben aportar una información completa que realmente convenza tanto a los niños como a los padres de que ´”ése” es el juguete adecuado. Aquí es un factor clave el ofrecer información muy concreta y diferenciada según la edad para la que el juguete o juego sea adecuada.
– Implicar a los niños en el proceso de compra: aunque los padres son quienes pagan, hay que entender que los niños son grandes decisores de la compra, por lo que es importante jugar la baza de la creatividad a la hora de enfocar el factor lúdico, reforzar lo visual, etc. A los niños les gusta especialmente la posibilidad de poder interactuar y ser “protagonistas”. El proceso debe ser “entretenido”.
– Trasladar a Internet la experiencia offline: se trata de sumar a las ventajas propias de Internet los beneficios propios de la compra offline a la hora de facilitar asesoramiento profesional, plantear sugerencias, etc.