Los resultados generaron dudas sobre su habilidad para crecer mientras pasa lo peor de la recesión de Estados Unidos y el gasto de consumo se descongela. Sus títulos se hundían un 2% antes de la apertura del mercado.
La firma reconoció que sus operaciones de Estados Unidos tendrían que seguir lidiando con ventas débiles y predijo que las ventas comparables, excluido el combustible, se mantendrían estables, entre un alza y una baja de un 1% en el primer trimestre fiscal.
La utilidad en el trimestre concluido el 31 de enero subió a US$4.630 millones, o US$1,21 por acción, desde los US$3.790 millones, o 96 centavos de dólar por acción, del mismo lapso del año pasado.
La empresa dijo que al excluir un cargo de 4 centavos por acción por reestructuración y un beneficio de 10 centavos por acción, la utilidad fue de US$1,17 por acción.