La decisión de Walmart de aumentar los salarios de sus empleados puede ser interpretada como una decisión inteligente o inadecuada, dependiendo de los objetivos que la empresa tenga a largo plazo.
Según declaraciones de Walmart, a partir de abril la empresa pagará a sus empleados de nivel básico US$ 9 la hora, y US$ 10 a partir de febrero del año que viene, mientras que el salario de los gerentes de departamentos será de forma inicial US$ 13 desde el verano de este año y llegará a US$ 15 el año que viene.
La decisión costará a la empresa US$ 1.000 millones y beneficiará a un 50% de los trabajadores de EEUU, o cerca de 2/5 de su fuerza de trabajo.
Doug McMillon, consejero delegado de Walmart, dijo en una carta a los empleados de la compañía en que anunciaba el aumento salarial: “Si analizamos la situación desde una perspectiva más amplia, es evidente que una de nuestras prioridades principales este año será invertir en nuestra gente”.
Cuánto más, mejor
“Si su objetivo fuera realmente incentivar la moral de los empleados, tal vez entonces debería lidiar con eso de otra manera”, dijo Adam Cobb, profesor de Gestión de Wharton.
“Si quisiera causar realmente un fuerte impacto, el volumen en dólares debería haber sido mayor”, observó. “Si se da sólo un paso pequeño […] gastará más, pero su plan no funcionará”.
Por otro lado, Walmart podría haber compartido un plan de aumento salarial con sus empleados en que las cantidades se elevaran durante los próximos años hasta niveles de US$ 15 ó US$ 16 la hora, explicó.
“Cuando se presenta una trayectoria de los aumentos salariales que los empleados recibirán a lo largo del tiempo, ellos se sienten con más confianza”, dijo Cobb. “Porque saben que si permanecen en la empresa, serán recompensados en el futuro”.
Pero si la empresa quiere mantener su flexibilidad operacional y conservar un margen de maniobra sobre los costes laborales, la estrategia actual de aumento salarial “habrá sido, probablemente, una decisión inteligente, porque proporciona opciones a la empresa”, especialmente si Walmart se siente inseguro respecto a sus perspectivas de negocio en los próximos años, puntualizó Cobb.
Decisión preventiva, buenas relaciones públicas
Walmart también está adelantándose a los aumentos salariales ordenados por los Estados, dijo Cobb.
Muchos Estados ya han aumentado el salario mínimo hasta US$ 10, mientras otros deberían aumentarlo hasta US$ 10 ó más a principios del año que viene. El presidente Barack Obama ha dicho a menudo que quería elevar el salario mínimo federal de US$ 7,25 la hora a US$ 10,10, aunque el Partido Republicano se oponga.
“La decisión de Walmart es preventiva” y, en ese sentido, “es algo bueno”, dijo Cobb. “¿Por qué no hacer una actividad de RP [relaciones públicas] positiva y demostrar buena voluntad con los empleados y hacer lo que habría que hacer de todas maneras?” Con el aumento salarial, Walmart “no está intentando obtener alguna cosa más de sus empleados, tal y como hizo en el pasado”, añadió.
Según Cobb, es “sin duda posible” que la decisión de la empresa desencadene una tendencia de aumentos salariales en la industria minorista del país. Él dijo que otros grandes minoristas, entre ellos Gap e IKEA, también aumentaron de forma preventiva los salarios de sus empleados.
Las redes minoristas TJ Maxx y Marshalls dijeron que también elevarían los salarios de sus empleados en EEUU hasta, como mínimo, US$ 9 la hora. Aún así, Cobb ve con escepticismo la situación. “Si tuviera que apostar de verdad, diría que el efecto dominó tal vez no sea tan grande como nos gustaría que fuera”.
Competencia más dura
El aumento salarial puede ayudar a mejorar la imagen de Walmart entre sus clientes, principalmente en una época en que la competencia de las tiendas a todo un dólar y de las cadenas de descuento mayoristas, como Costco, es más intensa.
Cobb dijo que Walmart se ha estado enfrentando a dificultades últimamente en el mercado interno americano. Además, la empresa ha causado polémica debido a que las estanterías estaban poco aprovisionadas y a la caída de la productividad de sus empleados, entre otros aspectos negativos. Un empleado más feliz ayudará a mejorar la experiencia del cliente, dijo Cobb.
Ante ese escenario, Cobb se pregunta si Walmart estaría tan sólo “experimentando” con el aumento salarial. “Para mí, es como si estuvieran metiendo los dedos en el agua para verificar la temperatura”, dijo.
“El riesgo de ese tipo de pruebas es que no tienen como resultado el efecto deseado”, añadió Cobb. “A continuación, el escenario lógico sería el de batirse en retirada, algo del tipo ‘Estuvo bien intentarlo’. A partir de ahí la empresa será reticente a aumentar los salarios”.
Walmart debe evitar tomar ese camino, advirtió Cobb. “En realidad, si la empresa mantuviera la concesión de aumentos salariales, es posible que ella llegue a donde se ha propuesto: tener una fuerza de trabajo más feliz y saludable que mejore la experiencia del cliente y haga que regrese más veces”.
El aumento salarial puede también significar mucho para los trabajadores de Walmart, dijo Cobb. Las estimaciones son que todo trabajador gane de US$ 4.000 a US$ 5.000 más al año antes de impuestos. “Todo cuenta”, dijo. “Puede ser la diferencia entre la posibilidad de pagar, o no, un plan de salud”. Pero Cobb añadió que no tiene la certeza de si Walmart está “actuando para hacer que las personas puedan salir de una situación de pobreza o de algún tipo de programa de ayuda social”.
Ahorrar en costes de recontratación
Walmart podría ahorrarse una pequeña suma en la sustitución de empleados si el aumento salarial lleva a una retención mayor.
Cobb dijo que la rotación de trabajadores en Walmart es del 44%, y que la empresa gasta en torno a US$ 2.500 para sustituir a cada empleado. Por otro lado, el mayorista Costco paga a sus empleados más de US$ 20 la hora y tiene una rotación un poco superior a un 10%, añadió. “La estrategia de Costco fue invertir en sus empleados”, dijo. “Eso repercute en la experiencia del cliente”.
Frente a eso, la estrategia de bajos salarios de Walmart tal vez padezca de miopía. “La cuestión fundamental es que tendemos a ver los costes laborales como el salario que pagamos a las personas, y no tomamos en cuenta cosas como la rotación, la productividad, la salud y los índices más bajos de absentismo”, dijo Cobb.
“Cuando se toma en cuenta esas cosas, se ve que es posible disminuir el coste de la empresa con costes generales. Pero como la palanca del salario es más fácil de accionar, y los efectos aparecen de forma inmediata en los beneficios, esa es la palanca más buscada”.