Las cartillas de racionamiento lastimosamente se han vuelto algo habitual desde hace muchos años en Venezuela. Lo particular es que dicho racionamiento se aplique también a las tiendas de ropa como está ocurriendo en las tiendas de Zara y Bershka, que la empresa española Inditex tiene en Venezuela.
El desabastecimiento también llegó a las prendas de vestir y debido a al rígido control de divisas que ha impuesto el régimen de Nicolás Maduro, la empresa fundada por Amancio Ortega está obligando a limitar las ventas a cinco prendas por persona y mes.
Los compradores que deseen adquirir artículos en las tiendas de Zara, Bershka y Pull and Bear deberán acreditarse con su carné de identidad, que quedará registrado para, posteriormente, ser anotadas en una lista en la cual se asigna un número a esa persona para poder entrar en el establecimiento. Una vez agotado el cupo de compras, el cliente tendrá que esperar al próximo mes para volver a adquirir género en cualquiera de las tiendas del grupo Inditex.
Las colas de clientes comienzan a a las seis de la mañana. En un cartel colocado en el exterior de una de las tiendas se puede leer que se han «establecido las siguientes pautas para la comercialización: máximo cinco prendas por persona, solo tres prendas y superiores y dos inferiores». Como parte de arriba la ropa en cuestión se refiere a camisas, franelas o chaquetas, mientras que las inferiores son pantalones y bermudas, según confirma el personal de los establecimientos.
Inditex no vende por su cuenta en Venezuela, sino que lo hace en régimen de franquicia a través de Phoenix World Trade, que es quien tiene la exclusiva de los derechos de la textil gallega en este país y es quien ha tomado la medida de racionar la ropa.
Con todo, el problema de desabastecimiento que está sufriendo Inditex en el país iberoamericano no es nuevo. Este año ha tenido que suspender de forma temporal su actividad en varias tiendas. A 31 de enero, la empresa de ropa española tenía en este país un total de 25 tiendas, de las cuales diez son de Zara, otras tantas de Bershka y cinco de Pull & Bear.
Las nuevas medidas que ha impuesto el presidente venezolano Nicolás Maduro impiden la importación de materiales, bienes y servicios, lo que está creando un desabastecimiento de todo tipo de productos. Por tanto, la nueva mercancía adquirida por Inditex a un cambio forzosamente bajo, ya que los productos están subvencionados, rondaría los 12 dólares por bolívar, cuando su precio real en el mercado negro supera los cien bolívares por dólar.
Por esta razón, el precio de los artículos es artificialmente bajo, por lo que se producen grandes colas en los establecimientos para adquirirlos y, por tanto, la consiguiente falta de todpo tipo de productos, lo que está provocando el consiguiente racionamiento de los mismos.