Zintia Calzados ha decidido cerrar todas sus tiendas y poner punto final a su actividad, tal y como han explicado fuentes cercanas a la compañía.
Luego de dos años que comenzara a operar en el mercado español, de la mano de la compañía andaluza Marypaz, la compañía llegó a contar con una red de distribución formada por más de cincuenta establecimientos, ubicados principalmente en el sur de España.
Se estableció como una nueva cadena de calzado de bajo coste empezando a crecer en el mercado español bajo la fórmula de la franquicia. El sector relacionó rápidamente a Zintia Calzados como una nueva cadena de calzado de bajo coste del grupo Marypaz.
“Algunos departamentos de Marypaz asesoraban y cooperaban con Zintia, sobre todo en cuanto a asesoría financiera y equipos informáticos –explican fuentes del sector-; la familia Aguaded prestó temporalmente una parte de sus almacenes para que la marca arrancara y pudiera comenzar a operar”.
El crecimiento de Zintia reclamaba una nueva estrategia. Abrir tiendas en el resto de España, internacionalizar la marca y un plan de comunicación para que la cadena se conociera en todo el país.
“Necesitaban asesoría estratégica, de márketing y de expansión internacional, y la falta de fondos hizo que no se pudiera llevar a cabo”, aseguran fuentes cercanas a la compañía.
En 2013, la compañía comenzó un cierre escalonado de tiendas y con los meses Zintia bajó la persiana de todos sus establecimientos y dejó de operar en el sector del calzado en el mercado español.
Marypaz crece en Europa
Si Zintia fue un proyecto fallido, Marypaz es uno de los últimos fenómenos de la moda española. La cadena, que en los últimos años ha experimentado un gran crecimiento, continúa expandiéndose por nuevos mercados.
Marypaz se ha marcado el objetivo de alcanzar una red de distribución formada por 800 tiendas en cuatro años, gracias a su desembarco en nuevas ciudades europeas.
Los próximos pasos de Marypaz en el mercado internacional es desembarcar en el mercado alemán, en Reino Unido, en Francia, Italia y en Ámsterdam. Uno de los próximos retos de la compañía es cerrar con un volumen de negocio de 150 millones de euros.