El 2022 termina por definir a los peruanos como personas “resilientes” ante las crisis, subraya Rolando Arellano Bahamonde, gerente general de Arellano Consultoría. Reconoce que, si bien hoy percibimos menos ingresos por múltiples factores, esta misma situación ha llevado a que más miembros en el hogar inicien labores para llevar “un pan a la mesa”.
“Hemos consultado a las personas cuánto creen estar ganando. En promedio hoy es 1.453 soles, que es un 4% menos de lo que ganaban en 2019. Pero encontramos una drástica diferencia entre prepandemia y el contexto actual; ya no hay un solo miembro de la familia que aporte financieramente al hogar. Incluso en algunos casos, donde son familias unitarias, el peruano realiza más de un trabajo”, sostiene el especialista en marketing.
Este nuevo escenario resalta los cambios que efectuó la pandemia. Mientras por un lado la transformación digital dinamizó el mercado y permitió que las personas realicen más de una labor, la necesidad de reinventarse también pesó demasiado.
“El peruano por naturaleza es resiliente. Ante crisis o problemas, no se queda de brazos cruzados, tiene formas para resurgir o conseguir trabajo. En nuestros estudios hemos encontrado una fuerte proporción de los peruanos que, ante la pandemia, optaron por reconfigurar sus ingresos”, señala.
Para avanzar hay que entender cómo vamos los peruanos
Haciendo un recuento de los sucesos con los que cierra el año e iniciará otro, la pandemia ha sido un factor determinante en muchos aspectos, pero no el único. “Creo que la realidad en que vivimos va más allá de la pandemia. Es un escenario muy complicado para muchos empresarios y marketeros”, explicó.
“Algunos podrían considerar que estamos viviendo o reviviendo uno de los peores momentos de la historia peruana por el conjunto de crisis que atravesamos. Por un lado, la pandemia, la crisis de gobernabilidad, sobre eso la crisis internacional, la guerra, la inflación, subida de precios, incluso hay que tomar en consideración la gran migración de venezolanos a nuestro país. Y a todo ello se le suma la tecnología, que, a pesar de ser favorable, les pisaba los talones a las empresas”.
Ya cerrando el año, Arellano evidencia un panorama de convulsión continua y que sintetiza en cinco factores:
- Coyuntura local: “¿Cómo realmente nos afecta realmente la crisis política a los negocios y a los peruanos?
- La crisis internacional: “¿Cómo me va a impactar? ¿Cómo impacta en los consumidores?”
- El covid: “¿Cuánto nos ha cambiado?”
- Los cambios sociales: “Somos una sociedad que viene cambiando de manera muy importante desde hace, aproximadamente, quince años. El escenario no debe limitarse a estos últimos”
- Cambios tecnológicos: “Es un cambio drástico en la sociedad peruana, y que la pandemia aceleró. La transformación digital debe ser ahora un eje dentro de las empresas”
“Esas son las 5 dimensiones que todo empresario y todo marketero debe tomar en cuenta de cara a ver qué espacios de oportunidad se le presentan. O qué retos también debe saber manejar para obtener mejores resultados”, sostiene Arellano Bahamonde.
El consumo ya no será igual
Con un nuevo panorama, las dinámicas de consumo también han evolucionado. Pero además de la digitalización y el e-commerce, el ticket familiar ha variado, se escogen otras marcas y se reconfigura el gasto mensual.
“El tema de consumo se ha vuelto más cotidiano. Se crearon categorías de la nada y que persisten por más crisis o situaciones complejas. Por ejemplo, con los productos para el cabello. Si bien hay que hacer ajustes al gasto mensual, las mujeres por ejemplo no dejan de usar acondicionador, pero han buscado una marca más económica”, detalla.
Factor migratorio
Esto parte también, detalla el especialista, debido a que tras la pandemia el nivel de pobreza retrocedió en su avance y se situó en el 30% de la población. Sin embargo, Arellano explica que el mayor crecimiento de esta métrica corresponde al millón de venezolanos que ingresaron a la economía peruana producto del éxodo.
“Es verdad que la pobreza creció como 5 puntos, pero nadie se dio cuenta que coincidentemente 3 de esos 5 puntos eran el millón de venezolanos que entraron. Ya las estadísticas peruanas los están considerando. Lamentablemente ingresaron como pobres a los cuadros, pero hoy se encuentran reinsertándose y aportando a la economía”, enfatiza.
La pobreza en el Perú no es estable
Algo muy interesante que pocos saben, es que cada año en el Perú la pobreza deja de ser una situación estable. Arellano evidencia que aquellos peruanos que entran a la pobreza no se quedan en ese estadio mucho tiempo. “Encuentran los mecanismos para salir de ella, y cada año es más rápido. El problema surge porque mientras unos salen, otros entran”.
La Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) reveló que, en el año 2021, la pobreza extrema alcanzó al 4,1% de la población del país y bajó en 1,0 punto porcentual respecto al año 2020; mientras que, al compararla con el año 2019, es mayor en 1,2 puntos porcentuales. En tanto, el nivel de pobreza general alcanza al 25,9% de la población peruana.
“El peruano por naturaleza es resiliente. Ante crisis o problemas, no se queda de brazos cruzados, tiene formas para resurgir o conseguir trabajo. En nuestros estudios hemos encontrado una fuerte proporción de los peruanos que, ante la pandemia, optaron por reconfigurar sus ingresos”, agrega.
Un 2023 marcado por la resiliencia
Con miras hacia el nuevo año, Rolando Jose Arellano prevé que continuará resaltando el nivel de resiliencia de la población. “Considero que nuevamente se pondrá a la luz que somos un país de emprendedores. Un emprendedurismo muy empujado por una voluntad de crecimiento y la necesidad de brindar mayores oportunidades de bienestar a las familias. Desde una perspectiva social, eso debe hacernos avanzar”.
Por otro lado, es partidario de empezar a “capitalizar” a la población venezolana que ya circula dentro de la economía. “Creo que poco se ha hablado de la aceptación de los migrantes venezolanos como peruanos, ya como parte de nuestra nación. En 2023 los cambios culturales propios de la convivencia serán más notorios. Por ejemplo, ya los niveles de atención en los restaurantes ha crecido debido a la presencia de empleados venezolanos que siempre están sonriendo al cliente”.
Finalmente, en cuanto al universo empresarial, todavía estarán resentidas las inversiones pero habrán nichos más favorecidos que otros. “En lo referido a negocios, habrá una perspectiva mixta. Como siempre, hay quienes se van a atrever, van a invertir bien y saldrán ganando. Y hay los que probablemente se queden un poco por temor. A todos los que lideramos empresas, tendremos la labor de encontrar las oportunidades correctas en este nuevo año”, finaliza.