Adictos a la web, una de las consecuencias que plantea este nuevo escenario es la generación de un nuevo perfil laboral, los “networkholics”: se trata de heavy users de Internet, hiperconectados y con una identidad digital altamente desarrollada. Representando el 10% y 15% de los usuarios de una comunidad virtual , son los que activan conversaciones, produciendo contenido (postean más de 10 veces por día en diferentes medios sociales), iniciando grupos o líneas de discusión, y participan activamente en la red social digital. Caracterizados por contar con grandes cantidades de seguidores (Twitter) o amigos (Facebook/ Sónico) y contactos profesionales (LinkedIn o Xing). Primero se fijaron en ellos las marcas, como líderes de opinión. Ahora los buscan las áreas de Recursos Humanos, para integrarlos a sus equipos de trabajo.
El mayor interés por estos perfiles lo muestran las empresas que prestan servicios a otras en la cadena de gestión online: consultoras de marketing digital, agencias de medios y de publicidad.
También empresas que buscan desarrollar una cultura 2.0 para mejorar su comunicación interna y externa, o para fortalecer su networking.
Otra situación es la contratación por proyecto, o free-lance: las empresas buscan testear el perfil y evaluar qué beneficios reales genera, para a partir de ahí hacer una contratación efectiva. Las oportunidades de desarrollo están a la orden del día, y el foco en el talento hace que muchas empresas cuenten con planes de carrera sumamente acelerados: hoy un joven profesional de 25 años puede aspirar a una gerencia en IT, hace 20 años esto era una excepción.
Pero también es necesario trabajar en lograr un equilibrio entre el saber tradicional y el saber digital: no alcanza con ser un networkholic para desarrollar una carrera profesional, también es necesario tener una formación académica sólida.
Por Martín Frías