El metaverso será un lugar donde las personas vivirán experiencias digitales “reales”, en el sentido de que involucran actividad, interacción y emoción, y que tienen cada vez más infraestructura, como economía digital, identidades digitales y formas de organización descentralizadas.
Así, en el metaverso uno podrá interactuar con compañeros de trabajo y clientes en un ambiente virtual que se sienta real. Se pueden comprar casas, jugar, interactuar con amigos y familia, ir a conciertos, probarse ropa y comprar cosas.
Mark Zuckerberg ya anticipó que va a conectar su plataforma de realidad virtual, Oculus, con las funciones de redes sociales, lo que llevará a ambientes compartidos donde se podrá socializar y jugar. Pero Microsoft no se quedó atrás y habló de crear “el metaverso corporativo” que podría transformar la forma de trabajar online.
¿Cómo será su economía?
Uno de sus componentes principales son los NFT (tokens no fungibles), y la principal commodity, en general, suele ser Ethereum. La economía del metaverso, según los expertos, va a ser cada vez más grande, y abarca desde la compra de real estate en juegos de realidad virtual o avatares esponsoreados hasta fondos de inversión y especialistas de finanzas especializados en bienes de este nuevo universo.
Por ejemplo, Roblox y Vans se unieron para crear una pista de skate virtual en la plataforma de juegos, en una experiencia inmersiva para que los visitantes puedan practicar sus habilidades virtuales y comprar artículos exclusivos de la firma, como indumentaria y zapatillas.
Ralph Lauren, por su parte, diseñó una línea de indumentaria virtual dentro de Zepeto, la red social coreana con más de 200 millones de usuarios. En la misma red social, los usuarios pueden vestir a sus avatares con ropa de Gucci, Nike y The North Face.
Allí también pueden probar los nuevos modelos de Hyundai, e incluso un candidato político de la ciudad de Nueva York hizo campaña allí. Sin duda, el metaverso de Zuckerberg también revolucionará la forma de hacer negocio en el mundo.