Flamingo, la tienda por departamento más importante de Antioquia, finalmente llega a Bogotá a ocupar un local en Centro Mayor que dejó libre La Polar en mayo de este año. Una movida en la que entra al ring con sus similares Ripley y Falabella, quienes también tienen almacenes en ese centro comercial.
Actualmente se encuentran en la tarea de remodelar el local de 8.000 metros cuadrados ubicado en el sur de Bogotá y esperan estar operando en octubre.
El gerente de Centro Mayor, el centro comercial más grande de Colombia, Julián Mosquera, señaló que por el almacén había varias ofertas, pero que la que ganó fue la de la empresa paisa.
“Desde que se cerró el espacio de La Polar en mayo, se empezaron a escuchar propuestas, pero creo que con Flamingo el centro comercial suma peso y competitividad porque es una empresa segura y conocida en Antioquia”, expresó el gerente.
La llegada de esta tienda antioqueña, que fue fundada en 1949 por las familias Restrepo y Posada, en Medellín, convierte a Centro Mayor, en un ring de boxeo debido a la talla de los competidores con los que tendrá que lidiar mientras se erige en la capital: Falabella y Ripley, empresas chilenas que ya están posicionadas en el mercado bogotano.
No obstante, Mosquera dijo estar tranquilo, puesto que en lugar de que a un almacén le vaya mejor o peor, se abre la posibilidad de que haya mayor afluencia de visitantes, para todas las tiendas.
Sergio Soto, director de Fenalco Antoquia, cree que el modelo de negocio de Flamingo, que consiste en la financiación directa de los precios de los productos, entre los que se destacan, vestuario, calzado y electrodomésticos, será la ventaja competitiva para batirse en la oferta comercial.
“Como Flamingo se enfoca en los estratos, dos, tres y cuatro, y también el uno, su estrategia de venta por crédito a personas que incluso no están bancarizadas será exitosa. Así le ha funcionado en Medellín, después en todo el departamento y posteriormente en todas las ciudades donde está, como Ibagué. Ya que permite adquirir artículos por bajas cuotas semanales”, afirmó.
Aunque Ripley y Falabella también juegan en el negocio de las tarjetas de crédito, la carta que usará Flamingo será la de no exigir bancarización a sus clientes para que accedan a sus créditos.
Para lograr esto, la tienda se mueve bajo la filosofía de fiar y para ello hace un estudio de crédito riguroso a través de Procrédito, entidad de Fenalco Antioquia, que administra los datos de los deudores y que también llegará a la capital con la idea de consolidarse como una central de riesgo, y un buró de crédito.
La empresa también contará con el servicio de scoring, que mide el riesgo de no pago del deudor y que logró a partir de una alianza con la compañía consultora LiSim. Según Soto, de las ventas totales de la compañía (que en 2013 fueron de $397.086 millones), corresponden en más de 90% a lo recaudado a través de los créditos.
Los créditos jugarían con la lotería
Dentro de su abanico de posibilidades de financiamiento, Flamingo desarrollo la idea de pago como club, para personas que ya están afiliadas a la tienda.
Según Sergio Soto, gerente de Fenalco Antioquia, este modelo de crédito ha sido exitoso porque la cuota semanal que deba algún cliente juega con los dos últimos números de la lotería y si un talonario tiene la misma cifra, automáticamente se saldará la deuda.
Aunque el retail paisa llega con toda su maquinaria a Bogotá, aún no se sabe si dicho sistema también estará presente en la capital, lo que sí se conoce es que el de Centro Mayor no será el único punto de venta y que se vienen más aperturas.
Las joyas de La Polar
El local de Centro Mayor no es el único que aún sigue vacante tras la partida de La Polar. También está disponible un espacio de 6.500 metros cuadrados en Cafam Floresta, sin embargo fuentes cercanas a Flamingo dijeron que ese local estaba descartado por la cadena, posición a la que ya se habían sumado las directivas de Ripley en dicho país.
Karen Castillo, consultora de la firma Jones Lang LaSalle, indicó que la que se convertirá en la tienda número 13 de esta empresa, tuvo que haber sido estudiada ya que si bien llenar 8.000 metros cuadrados no es fácil, supone una inversión grande. Sin embargo, “Flamingo llega al sur de la capital a aprovechar la creciente clase media que se ubica en este sector”.