El clima de negocios de Argentina ya no era particularmente agradable antes de la llegada de Alberto Fernández al poder, y con las elecciones primarias presidenciales de agosto de 2019, el clima pasó de un día nublado a una tormenta.
Fernández ganó las primarias con 47% de los votos, frente al 32% de la administración de Macri, constituyéndose como un gobierno de facto pero sin poder formal hasta el traspaso de mando en diciembre de ese año. Esta transición de cinco meses creó un limbo de gobernabilidad en el que el presidente de entonces no tenía autoridad para continuar su proyecto, y golpeó fuertemente la economía: tras las elecciones, el peso se devaluó 25%, algunas acciones cayeron más del 50% y los bonos cerca del 15% lo que supuso un riesgo país que superó los 1.700 puntos (récord en una década).
Actualmente, Argentina tiene 59 puntos en el índice Doing Business 2020 elaborado por el Banco Mundial, superando por poco el promedio de América Latina y el Caribe (58,8), y se encuentra en el puesto 129 del ránking mundial, mientras que los países de la región más sobresalientes están en los puestos 59 (Chile), 60 (México), 65 (Puerto Rico) y 67 (Colombia).
Por otra parte, Argentina es el país de la región donde más se paga impuestos, con una tasa de gravamen de 106,3% por sobre la ganancia, mientras que los países que le siguen ninguno pasa el 100% (en Bolivia la tasa es de 83,7% y Venezuela es de 73,3%).
En este contexto, más de una veintena de empresas se fueron de Argentina o desinvirtieron en el país y en el primer trimestre de este año. El éxodo comenzó en febrero del año pasado, con la comunicación del cierre oficial y definitivo de LAN Argentina, filial de Latam, y uno de los últimos fue el adelantado cierre de las tiendas del holding chileno Falabella.
En el caso de Mercado Libre, a pesar de las tensiones con el gobierno actual, la compañía mantiene su oficina matriz y sus posiciones en su país de origen, aunque reconoce que su relevancia en sus negocios en América Latina ha disminuido.
“Si [Argentina] perdió relevancia no fue por deméritos propios, porque sigue funcionando muy bien, sino que las tasas de crecimiento en otros lugares son espectaculares”, dijo Juan Martín De La Serna, el nuevo presidente de Mercado Libre Argentina, en una entrevista al diario El Cronista.
De hecho, según el reporte financiero del primer trimestre de 2021, Argentina fue el país con mayor crecimiento en ingresos para la empresa con 223% de incremento año contra año, seguido por México (148%) y Brasil (139%). Por otra parte, el país albiceleste representa el 37,8% de los ingresos de Mercado Libre, solo superado por Brasil (52,6%).
Lo cierto es que Argentina ha dejado de ser la prioridad número uno para su mayor compañía que, a inicios del año, alcanzó una capitalización bursátil de más de US$ 100.000 millones, lo que representa aproximadamente un cuarto del Producto Bruto Interno del país y que recientemente anunció crecimiento de 158% en ingresos netos en el primer trimestre de 2021 respecto al mismo período del año pasado, alcanzando un total de US$ 1.378 millones.
Según el reporte de sostenibilidad de 2020 de Mercado Libre, la compañía estrenó ocho centros de almacenaje y distribución en México, Brasil, Chile y Colombia, contratando a más de 3.500 nuevos empleados, como también añadió nuevas flotas de aviones a su brazo logístico en Brasil y México, además de acelerar el crecimiento de su flota de autos eléctricos en Brasil, México, Chile y Uruguay.
En abril, la compañía anunció que duplicaría el tamaño del equipo en toda la región y, por primera vez, Argentina dejaría de ser el país con más empleados, pues Brasil y México estarían por encima.
Las inversiones fuera de la casa matriz no paran allí. En Chile, la compañía definió un plan de inversión por US$ 100 millones en logística para 2021 y 2022 y, para el primer semestre de este año, está previsto que ocho nuevos centros de distribución en Chile comenzarán a operar.
En el caso de Brasil, Stelleo Tolda dijo que la compañía planea invertir un récord de US$ 1.800 millones, apuntando principalmente en expandir su red logística, mientras que para México se anunció una inversión por US$ 1.100 millones, un monto que supera la suma de inversión de los últimos cuatro años.
“Mercado Libre es una empresa que tiene administradores muy pragmáticos. No les importa si le sonríen o no en la oficina de gobierno, lo que le importa es si el negocio es bueno en el bottom line. Si tienes mejor bottom line en otro país donde te ofrecen la misma cara, vas donde maximizas tus beneficios”, dice Santiago Sena. “Dicho eso, como todas las empresas de Argentina, van a esperar que los vientos políticos mejoren: cuando las vacas están flacas tratará de pasar la ola como pueda y, cuando pueda capturar más valor, lo va a hacer”, asegura.