Efecto smartphone en el retail. El estudio demuestra cómo los consumidores que no paran de ver su pantalla están menos centrados en lo que tienen que comprar y añaden más cosas a sus cestas.
La “extensión del brazo”, es llamado por algunos, a los smartphone que se han convertido en un elemento fundamental día a día. Una situación que ha emergido nuevas oportunidades como el e-commerce; sin embargo, también han surgido nuevos problemas.
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Algunos analistas, hace unos años, señalaron que el hecho de que siempre estuviésemos conectados al smartphone era una de las razones que algunas calles comerciales entrasen en crisis. ¿Cómo sucedió?, pues el prestar atención al móvil hace que veamos menos los anuncios de la calle o de la parada de transporte urbano.
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Aunado a ello, está que ahora al hacer compras tengamos el móvil a la mano. Este comportamiento ha hecho que prácticas como el showrooming (una nueva manera de comprar que consiste en mirar y probar un producto en una tienda para luego terminar adquiriéndolo en Internet) sean más habituales.
También está, que se haya migrado en el modelo de consumo hacia unas compras omnicanal. Los compradores ya no tienen en cuenta dónde han empezado sus procesos de compra a la hora de terminarlos.
COMPRAS SIN PENSAR
El estudio de la Fairfield University, publicado en el Journal of the Academy of Marketing Sciencie, llegó a la conclusión de que no es tan mala idea que los consumidores están perdiendo el tiempo mirando la pantalla de sus móviles mientras adquieren productos, ya que el resultado en sus procesos de compra es positivo.
“Mientras se usa el móvil para hacer cualquier otra cosa en las tiendas, se acaba comprando más. Las compras de productos no planeados aumenta”, así lo señalaron.
EL EXPERIMENTO
Los investigadores sometieron a varios sujetos a una prueba de simulación de consumo y fueron añadiendo diferentes variantes en presencial del móvil. El resultado fue que los consumidores compran más y se hacen con cosas que no pensaban comprar porque el móvil los distrae.
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