El grupo estadounidense, propietario de marcas como Vans, Timberland o The North Face, ha puesto en marcha un plan de mejoras para sus proveedores del país, que incluye iniciativas propias y otras realizadas junto al resto de miembros de la Alliance for Bangladesh Worker Safety, que se impulsó tras las tragedias que tuvieron lugar en varias fábricas textiles de Bangladesh en 2013.
En este sentido, VF ha establecido un programa denominado Third Way, con el que está apoyando la construcción de una fábrica para uno de sus proveedores del país.
“La primera forma de producir es hacerlo en tus propias fábricas; la segunda es subcontratar la producción a una factoría de otro y la tercera es proporcionar nuestra experiencia como fabricantes y ayudar a nuestros proveedores a invertir en unas instalaciones mucho mejores que las de resto de fabricantes del país”, ha explicado Eric Wiseman, presidente y consejero delegado de VF.
La fábrica en construcción, que iniciará su actividad el 1 de julio, estará operada por The Rising Group, compañía que forma parte de los 1.800 proveedores que fabrican para VF el 70% de su producción global. El 30% restante se fabrica en las treinta plantas propias que tiene el grupo.
Además del programa Third Way, VF también está llevando a cabo iniciativas en Bangladesh a través de la Alliance for Bangladesh Worker Safety, de la que forman parte otros grupos de distribución como Gap o Target.
La alianza internacional ha levantado un fondo de 50 millones de dólares que se está utilizando para proporcionar formación y herramientas de empoderamiento a los trabajadores textiles de Bangladesh. De éstos, US$5 millones de dólares han sido aportados por VF.
Además, la iniciativa también ha puesto en marcha otro fondo de 100 millones de dólares destinado a pequeños créditos, disponibles para que las fábricas realicen mejoras en sus medidas de seguridad.