Por Yuri Rengifo
Gerente de Gestión de Personas de SMP Logistics.
‘Los trabajadores son lo más valioso de la organización’, ‘el recurso humano es lo más importante de las empresas’, ‘gracias al recurso humano somos lo que somos’, son frases que solemos escuchar de parte de funcionarios y líderes de las organizaciones. Sin embargo, aunque no dejen de ser frases cliché, son reales y completamente ciertas.
En el negocio logístico, esta verdad irrefutable se da igualmente con énfasis en el área de operaciones y en los puestos de cara al público, ya que son ellos los llamados a entregar ‘cara a cara’ los productos distribuidos como parte final de la cadena de suministro.
Una de las características típicas que poseen los trabajadores de distribución y de operaciones es el ‘gusto’ por la distribución y las tareas intrínsecas a la gestión logística. Resulta común, en las entrevistas a postulantes, observar en ellos una disposición evidenciada en su energía para querer trabajar en logística.
Recuerdo y veo a líderes de operaciones logísticas que probaron suerte y quisieron hacer carrera en otros giros de negocio pero más temprano que tarde regresan a la logística porque es en lo que les gusta trabajar.
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Más allá de los retos y complicaciones que ello representa, veo que la contraparte resulta más satisfactoria y mitiga lo antes dicho. Esta contraparte o, mejor dicho, las cosas buenas de la logística son la satisfacción de los clientes, la sonrisa de agradecimiento de parte de los receptores de los productos y la satisfacción personal del trabajo cumplido, que nos confirma que los “logísticos” tenemos pasión por lo que hacemos.
Otro bastión importante en el desarrollo del personal enfocado a la operación logística es la capacitación que reciben de parte de la organización y sus líderes, un planificado proceso de inducción a la organización y a las especificaciones del puesto de trabajo son lineamientos importantes que ayudaran a su inclusión y adecuación a la cultura de la organización.
Esta capacitación o formación no necesariamente se debe ofrecer en aulas o centros de formación sino en el día a día con los ingresos de nuevos clientes, nuevos procesos y/o nuevos servicios y principalmente con el ejemplo de los líderes que contagian su compromiso y pasión por lo que hacen.
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