La palabra ‘rendirse’ no está en el vocabulario de Blackberry, aun cuando no exista analista de negocios que no lo haya desahuciado más de una vez gracias a sus permanentes caídas en ventas y su lejanía del primer lugar en el mundo de los smartphones.
“Somos un proyecto a largo plazo, solo estamos volviendo a nuestras raíces y en eso vamos a concentrarnos”, aseguró Jorge Aguiar, director regional de Blackberry.
Para lograrlo, fue claro en su disposición de reformular la manera en que se viene trabajando y no titubeó al asegurar que vendrán cambios en la estructura de trabajo, en las estrategias con los canales y en los planes de márketing.
A futuro
Aunque no se vienen cambios radicales en los teléfonos, sí se lanzarán tres nuevos modelos de la marca en este año en la región. Dejarán de esforzarse en ser iguales a los productos que hoy usan en forma mayoritaria los consumidores masivos, y los cambios trascendentales se darán en la forma de trabajar y en el enfoque de las ventas.
Lo propio de Blackberry es dar seguridad a las corporaciones y los gobiernos, añadió el director de estrategia de productos, Jef Holleran; por eso no solo mantendrán más del 45% de participación en ese mercado que poseen –según los analistas de IDC–, sino que seguirán atendiendo a más de 500 agencias gubernamentales y buscarán concentrar el diseño de sus productos mirando a ese mercado corporativo sin “quedarse rezagados”, como les ocurrió en el segmento masivo frente a iPhone y Samsung.
Para ello se concentrarán en mantener entornos independientes dentro de las aplicaciones personales y laborales, y también permitirán que otros servidores manejen los dispositivos de Blackberry en las empresas.