Una extensa muralla blanca cubre los cinco pisos que posee Ripley en el mall Alto Las Condes. Ese es el inédito panorama con el que se encontraron visitantes y trabajadores de la multitienda luego de que tras intensas negociaciones -que se extendieron hasta últimas horas del día domingo- las partes no llegaran a acuerdo en las condiciones para la renovación del contrato de arriendo, derivando en el cierre del local.
Acuerdo que se extendió por 15 años y que, según señalaron al interior del holding controlado por Horst Paulmann, se habría tratado de renegociar desde septiembre pasado, cuando se envió la primera comunicación oficial al retailer ligado a la familia Calderón.
No obstante, en Ripley no se habrían manifestado hasta recién el jueves 27, a solo un día del cese de operaciones exigido por el centro comercial, para concretar la entrega el día 30.
Así fue como se gatilló una de las cláusulas del contrato que señala que en caso de no restituir oportunamente el local se acuda un arbitraje. Solicitud que fue interpuesta ayer por Cencosud ante el Centro Arbitral y de Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago.
“Dado que la multitienda no restituyó oportunamente el local, Cencosud se vio en la obligación de iniciar la Demanda Arbitral”, dijo el conglomerado que abarca a las marcas Jumbo, Easy, Santa Isabel y Paris.
Cencosud anunció que presentó una demanda contra Ripley ante el Centro Arbitral y de Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) con el fin de obtener la restitución de su local del Centro Comercial Alto Las Condes utilizado por la tienda ligada a la familia Calderón.
El local utilizado por Ripley en Alto Las Condes se encuentra con un cierre de paneles sobre su frente en virtud del término del contrato.
Fuentes de Cencosud explicaron que esta tienda, que representa del orden de 2% a 3% de las ventas anuales totales de Ripley, sólo está cerrada al público, lo que implica que la empresa de retail tiene permitido el acceso para, eventualmente retirar la mercadería.
Según trascendió, de no llegar a acuerdo, Ripley ya tiene un plan de desalojo que implica recolocar los productos en sus otros locales de Santiago, lo que no sería complicado de gestionar puesto que el inventario de la tienda de Alto Las Condes representa sólo el 2% a 3% del inventario total de la cadena.
Por su parte, Ripley sigue analizando la reubicación de los 300 trabajadores de planta que se desempeñan en el local de Alto Las Condes, quienes aún no habrían sido notificados sobre este proceso, tal como confirmaron desde el sindicato de la empresa.