Las noticias negativas, las tensiones y con ellas las incógnitas sobre el futuro del grupo, no dejan de sucederse en Carrefour. Cuatro días antes de la Junta de accionistas que deberá dar luz verde a la escisión de su cadena de discount DIA y su salida a bolsa, el grupo ha anunciado un cambio a la baja en sus expectativas de beneficios para el primer semestre del año. En menos de una semana la acción de Carrefour ha perdido el 6,5 % de su valor, situándose en 27 euros, su nivel más bajo desde hace dos años.
El grupo francés prevé un 35 % de caída en su resultado operativo en el primer semestre del año, aunque mantiene las previsiones de mejora en el resultado operativo global para el conjunto del ejercicio. La revisión a la baja es justificada por Carrefour por la coyuntura muy negativa en Francia y sobretodo por la intensa guerra de precios iniciada por Leclerc.
Los problemas no acaban aquí. El grupo también ha tenido que sortear en Francia manifestaciones de los trabajadores de Carrefour Market con reivindicaciones salariales. En paralelo, Carrefour ha sido condenado por el Tribunal d’Evry a pagar una multa de 3,66 millones de euros por no respetar el pago de los tiempos de pausa de los trabajadores. Una sentencia que el grupo recurrirá al considerar que los salarios de sus empleados están por encima de lo establecido en los convenios del sector y que podría producir un efecto bola de nieve en otros grupos de distribución.