El comercio promueve las compras navideñas, pero no necesariamente a sus dueños les gustan los símbolos de las fiestas. Al menos, a Horst Paulmann, el propietario de Cencosud –Jumbo, Santa Isabel, Easy, París, Alto Las Condes, Costanera Center– no le agradan los duendes.
El sábado pasado recorría y controlaba –como suele hacer– el Jumbo del Alto Las Condes y no le gustó nada ver a tantos promotores vestidos de duendes en los pasillos. Por arte de magia los redujo a casi un tercio.
Molesto con tanto personaje vestido de verde con gorros rojos y zapatos con campanitas, dio la orden de que no podía haber más de uno por pasillo. La libre circulación de compradores en sus supermercados y de autos en los estacionamientos son algunas de sus obsesiones.
Donde manda Paulmann, no manda Santa Claus. Menos, los duendecillos.