Prada registró el pasado ejercicio (que cerró el 31 de enero) un beneficio neto de 625,7 millones de euros, un 44,9% más que en 2011. La empresa facturó el año pasado 3.297,2 millones de euros, un 29% más que en el ejercicio anterior.
En ese sentido, el grupo italiano explica que en 2012 continuó su estrategia de expansión, sobre todo a través de tiendas propias, de las que abrió un total de 78. Esta inversión ha contribuido no sólo a reforzar su presencia en mercados tradicionales, sino también a impulsar su crecimiento en economías emergentes.
El grueso de la facturación del grupo sigue procediendo de los establecimientos propios. En 2012, las ventas registradas a través de este canal supusieron el 81,8% del total, tres puntos por encima de 2011. El canal multimarca representa tan sólo el 6% de la cifra negocio. El resto de la facturación procede de la actividad de las licencias, que el año pasado creció un 26,4%.
Por países, Prada ha registrado el crecimiento más importante en la zona Asia Pacífico, donde en 2012 alcanzó un volumen de negocio de 1.106 millones de euros, un 32,9% más que en 2011. El grupo incrementó también sus ventas en Europa (+28,6%), en el continente americano (+23,3%) y en Japón (+14,2%).