El escándalo de las cuentas financieras de Tesco se ha saldado con la dimisión de su presidente, Richard Broadbent, que ha anunciado su inminente salida de la compañía.
Hasta la fecha, ocho directivos del retailer han sido suspendidos tras detectarse el desfase de las estimaciones de resultados de la empresa.
El grupo británico reveló hace unas semanas que se había producido un desfase en su balance financiero, al alcanzar los 332 millones de euros en los seis primeros meses del ejercicio, en vez de los 316 millones de euros estimados inicialmente.
Deloitte ha realizado una investigación sobre el asunto que desvela que la estimación del beneficio de Tesco en el primer semestre se había exagerado en 263 millones de libras, una cifra que supera incluso las estimaciones iniciales de la empresa.
“Los hechos que han salido a la luz en las últimas semanas son motivo de un profundo arrepentimiento y hemos actuado con rapidez para clarificar la evolución financiera de la compañía”, ha explicado Broadbent en la presentación de resultados de Tesco, que ha añadido que comenzara a preparar las bases que garanticen un proceso ordenado para su sucesión.
En estos días han apartado a un ejecutivo más del cargo, Kevin Grace, el director comercial del grupo, y ahora anuncian que van a apartar a más responsables de categoría, un nivel inferior a los que hasta ahora han apartado.
El Financial Code Authority (que vela por el mantenimiento de unos códigos establecidos por parte de los profesionales de la contabilidad) anunció hace unos días que iba a lanzar una investigación formal sobre el asunto, en vez de esperar al resultado de la investigación interna de Tesco. Si encuentra malas prácticas, la institución puede imponer multas a Tesco y suspender de la práctica profesional a algunos de sus empleados.
Por otro lado, Tesco ha señalado que su cifra de negocio sin tener en cuenta el IVA ha sumado 38.512 millones de euros, un 4,5% menos que un año antes. Por su parte, el beneficio neto atribuido ha sido de 7,5 millones de euros, lo que supone una caída del 99,3 por ciento.
Finalmente, una de las peores noticias es que Tesco ha perdido el respaldo de Warren Buffet, uno de los inversores más admirados en el Reino Unido, y capaz de arrastrar con sus iniciativas a muchísimas empresas de inversión que valoran mucho su juicio, y ponen el dinero donde él lo pone.
Warren Buffet es uno de los principales accionistas de Tesco, con casi un 4% de las acciones, y la deriva del retailer (que ha perdido en un año la mitad de su valor bursátil) le está costando mucho dinero, hasta haber llegado a declarar hace unos días que la inversión en Tesco ha sido uno de sus peores errores que ha cometido.
Muchos frentes para quien sea el nuevo CEO del retailer, que además, tiene el gran problema de revertir la mala tendencia de las ventas de Tesco.
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