En 2002, Starbucks abrió en España su primer establecimiento, situado en el Hotel Palace de la madrileña Plaza de Neptuno, ahora compañía ha aprovechado la remodelación de la tienda no sólo para ampliar su espacio interior, sino también para aplicar los criterios sostenibles en la construcción, la utilización de materiales y las nuevas técnicas de ahorro de energía, agua y reciclaje.
Este proyecto, que forma parte del programa Shared Planet, de responsabilidad social corporativa, convierte al establecimiento en la primera tienda española de estas características, la segunda de Europa (tras la de Eurodisney en París) y la cuarta del mundo (existen dos en Seattle, en Estados Unidos).
Entre las medidas adoptadas para minimizar su impacto ambiental, figuran la instalación de tecnología de iluminación con LED que ahorrará un 30% del consumo de energía; un sistema domótico que detecta la cantidad de luz natural dentro de la tienda, regulando la intensidad lumínica, y grifos de bajo consumo que rebajarán un 40% la factura del agua.