La compañía japonesa, controlada por Fast Retailing, amplía su colección infantil un 50% para equipararla al resto de las líneas que produce de ropa de adulto. El objetivo de Uniqlo es convertirse en el mayor distribuidor de moda infantil en 2020.
En su camino, la compañía liderada por Tadashi Yanai quiere batir a rivales como Inditex, H&M o Gap, que cuentan con colecciones infantiles implantadas y con una importante penetración a nivel global.
“Hasta ahora, nuestra oferta, sobre todo en niña, no era suficiente”, ha explicado Shuichi Nakajima, vicepresidente ejecutivo de Uniqlo. Ahora, y tras la ampliación, la compañía prevé duplicar la cifra de negocio que proviene de su colección infantil.
Este movimiento se traducirá en la expansión del número de tiendas en Japón en las que Uniqlo venderá moda infantil hasta 679, mientras que a nivel internacional serán 300 los establecimientos de la enseña los que contarán con la colección infantil.
En los puntos de venta en los que Uniqlo distribuirá su línea para niños y bebés la cadena redistribuirá el espacio para hacer más fácil la compra de productos.
El anuncio de la ampliación de la colección infantil de Uniqlo se produce después de que Fast Retailing reajustara sus estimaciones. El grupo japonés concluyó los nueve primeros meses del ejercicio (periodo finalizado el pasado mayo) con un retroceso del 4,06% en su resultado neto, hasta 84.836 millones de yenes (612,81 millones de euros).
Esta caída provocó que Fast Retailing redujera previsiones para el conjunto del ejercicio por segunda vez, tras haberlo hecho en el primer semestre, cuando el beneficio neto retrocedió un 1 por ciento.