Dadas las condiciones del entorno que rodea el comercio minorista de productos de gran consumo, las decisiones sobre la estrategia de precios constituyen en la actualidad uno de los aspectos más relevantes de los distribuidores detallistas que operan en este sector.
En efecto, las estrategias de precios, junto con el resto de elementos que componen el marketing mix del detallista (localización, surtido, política promocional, atmósfera del establecimiento), ejercen una gran influencia sobre la imagen del punto de venta.
Y es que, en el comercio minorista, la variación de precios se ha venido considerando como un elemento eficaz para inducir incrementos en las ven-tas de forma rápida. Es por esta razón por lo que tradicionalmente se han utilizado los descuentos de precio como una solución para resolver problemas en el corto plazo.
Obviamente en todo este análisis las promociones siguen jugando un papel muy importante. Desde el 2009 hasta ahora, siguen siendo cada vez más importantes para los shoppers.
Definitivamente es clave no estar desvalorizando los productos base de la marca. Una opción puede ser desarrollar tamaños y empaques apropiados pensando en misiones de compra diferentes y desembolsos menores.
Este camino está estrechamente relacionado con los canales específicos. Otra opción está directamente relacionada con la innovación. Una innovación de valor puede volver a darle valor a la marca en el mercado. En este contexto económico sigue siendo una opción válida.
El éxito de la estrategia de precios, además de depender de su adecuada implantación, está condicionado sobre todo por su aceptación entre los consumidores.