El negocio de venta directa de cosméticos, Avon, reportó pérdidas valorizadas en US$ 20.3 millones en el primer trimestre del 2018, lo que representa un descenso del 44% de sus resultados negativos con respecto a lo obtenido en el mismo periodo del 2017.
La facturación de la compañía entre enero y marzo sumó un total de $ 1.393 millones; es decir, 5% más de lo alcanzado el año pasado. Del mismo modo, sus ingresos aumentaron en 2%.
Sin embargo, los resultados no fueron las más satisfactorias para el equipo, pues según el consejero delegado de Avon, Jan Zijderveld, “no representan el potencial del negocio”.
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“Los resultados de Avon del primer trimestre no son satisfactorios y no representan el potencial subyacente del negocio. Durante mis primeros 90 días en el cargo he estado involucrado en una exhaustiva revisión de las operaciones de la empresa, incluso he visitado a muchos de nuestros representantes comerciales”, aseguró, según informó elEconomista.es.
El ejecutivo mencionó que por ahora están enfocados en mejorar la prestación de servicios: “Aunque estamos enfocados en la formulación de los planes a más largo plazo, ya estamos implementando soluciones a corto plazo que respaldarán nuestro éxito”, comentó.
La meta a largo plazo de la empresa estadounidense es convertirse en una marca competitiva en el mercado, lo que será llevado a cabo con “urgencia” dentro de su plan de reestructuración.

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