Bien es cierto que la economía de China y su ocupación como potencia en el mundo tuvo un crecimiento notable en las últimas décadas, llegando a competir de ‘tú a tú’ con Estados Unidos. Sin embargo, la reciente crisis inmobiliaria que sufre el país asiático representa una situación bastante desalentadora y que podría afectar tanto a la economía peruana como al resto del mundo.
Desde que la noticia sobre las demandas contra el gigante inmobiliario chino se dio a conocer en agosto de 2021 y los problemas de liquidez de Evergrande salieran a la luz solo un mes después, las especulaciones de su repercusión en la economía mundial, como un efecto dominó, no dejan de seguir arrojando cifras desfavorables.
Según las proyecciones económicas de la consultora Macroconsult, la crisis inmobiliaria china compromete fuertemente el crecimiento de Perú y repercute, además, en el mercado financiero internacional. Sumado a esta problemática, también se encuentran las afecciones energéticas; como el alza del combustible y del carbón y la estricta política para reducir los efectos contaminantes que generan sus industrias.
Evergrande tiene una deuda astronómica de más de US$ 300,000 millones y debe devolver US$ 37,000 millones de préstamos a mediados de 2022. Esto ha puesto en riesgo a cientos de bancos y financieras de ese país, que están evaluando todas las medidas posibles para evitar que este sector infecte a otros de la economía china. Ya que, de desencadenarse esta situación, afectarían las relaciones comerciales que mantiene Perú con la segunda potencia más grande del mundo.
Venta de acciones
Ayer, 28 de noviembre, el fundador de Evergrande, Xu Jiayin, vendió por 344 millones de dólares el 9% de sus acciones en la compañía, en un nuevo intento de obtener liquidez para enfrentar las obligaciones de la firma. Xu vendió 1,2 billones de participaciones de Evergrande en la Bolsa de Hong Kong el pasado jueves, un 20% por debajo del precio al que cerraron las acciones la jornada anterior.
Esto generó una caída en las acciones del gigante inmobiliario chino, que bajaron 4,8 puntos porcentuales.
Proyección económica
El Banco Central de Reserva (BCR) había proyectado un repunte del PBI, al finalizar el año, del 11.9%; en gran medida, por las menores restricciones y el mayor flujo de negocios internos en el país, sumado a las inversiones privadas, en su mayoría, hacia sectores como minería e hidrocarburos. Sin embargo, también estimó un PBI de solo 3% en el 2022.
Macroconsult también hace su proyección, estimando un crecimiento del PBI del 13.9% para este año. Añade que la pérdida de dinamismo de la demanda interna será el agraviante principal del PBI para el siguiente. Justamente, el sector construcción es el más golpeado por la decreciente inversión privada, que para el 2022 proyecta márgenes negativos de -7.8 en el PBI, y apenas una recuperación de 0.8 para 2023.