Claudia Schiffer, el príncipe Carlos de Inglaterra y Sting tienen algo en común: se visten bien. “La vestimenta adecuada, en el contexto adecuado, produce el despliegue del potencial y la transcendencia del ser humano. La ropa puede ser un vehículo para expresar tu alma. Cuando falta autenticidad, el vestido se convierte en un disfraz. Y vivimos en un mundo de disfraces”. Así define la moda Álvaro Gonzales Alorda, socio fundador de Emergap.
Sin embargo, la industria de la moda se encuentra en un estado de declive. Así, Alorda explica algunas razones: La abundante información actual: Por ejemplo, los bloggers son los que atraen más la atención de los consumidores de la moda, ya no las propias compañías. En internet es extremadamente fácil consultar tendencias de moda sin necesidad de observar los sitios web de las mismas marcas.
En tanto, los diseñadores de las empresas de moda observan los contenidos de los bloggers, guiándose de ellos para sus productos. En conclusión, la abundante información impide el control directo de las tendencias por la misma industria de la moda, y se desplaza a otro sector observado por los consumidores. “Una tendencia diseñada ayer, puede morir en solo 3 semanas”.
“Todo es una imitación de todo”. Debido al punto anterior, los consumidores tienen esta percepción del mundo de la moda. Nunca antes ha habido una generación generación expuesta a tantos cambios y con tanta rapidez en esta industria.
Moda vs consumidor:
Hacia dónde van los modelos tradicionales de la moda, cuando el consumidor presenta tantos cambios. Para Alorda, estos son los principales:
– Las personas están cambiando el impulso de compra: Los consumidores se vuelven más racionales, adquieren un mayor grado de sensibilidad. “Es insultante que te vean con muchas bolsas de compra, mientras que al lado hay alguien que no tiene dinero para sustentar un día de alimentos”.
– Costura Cool: Las personas fabrican su propia vestimenta. Se vuelven sus propios fabricantes.
– Intercambio de moda: Dentro de un grupo de amigos o familiares, las personas están intercambiando la ropa. Ya no tienen necesidad de comprar nuevas con mayor frecuencia. “Se trata de un acuerdo divertido entre amigos que, efectivamente, influye masivamente en las ventas de la industria”.
– El problema del armario: Demasiado ropa para poco espacio, factor que ha vivido la mayoría de la población. ¿En realidad necesito 60 pares de zapatos?
– Fast Fashion: Un consumo de recursos naturales en cantidades gigantescas, produciendo miles de prendas, las cuales terminan siendo abandonadas por los consumidores a los pocos usos.
– El declive del Hight Street: Modelos de tiendas localizados en calles caras. Debido a el aumento del e-commerce, dicho modelo tiene demasiada competencia y menos rentabilidad.
Consumidores emergentes: Una esperanza para la moda
El consumo en los países, en donde la nueva clase media crece cada vez más, está creciendo tres veces más que en los países desarrollados. En los próximos 15 años, 1000 millones de consumidores emergentes (nativos digitales y con un creciente deseo de gasto) entrarán al mercado.
Además, el 80% de la población latinoamericana vive en ciudades. Todas estas cifras indican que la oportunidad de la industria está en el mercado emergente. Pero, ¿Qué desean estos consumidores en cuanto a la moda? Para Álvaro Alarcon, los consumidores de dicho mercado creciente necesitan un modelo específico. Primero, una cadena de valor con un mayor trato personalizado. Una propuesta low end (propuesta de productos simples y accesibles). La moda necesita revolucionar. Y el e-commerce será una obligación, afirma Alarcón, dicho comercio consigue llegar en donde los retailers tradicionales no pueden.