Habiendo dado el primer paso en la incorporación del delivery como activo fundamental en la vida de los consumidores, toca voltear la página hacia el futuro de la logística de última milla: la sostenibilidad.
Si bien es cierto que se han diversificado distintas estrategias logísticas para mejorar el servicio de reparto; tales como la incorporación de almacenes urbanos o Dark (cocinas, tiendas y malls o dark kitchen – dark store – dark mall). También la viabilidad de usar drones y/o robots como repartidores.
Sin embargo, como señala Jose Antonio Vallejo, presidente de Vallejo Group, experto en temas de darkstore, ecommerce, microhubs y fulfillment, “el consumidor de hoy quiere comodidad e inmediatez”. Haciendo referencia al modelo obsoleto de consumo actual.
La entrega tradicional de comestibles en línea no es totalmente la solución. Las exigencias del consumidor también valoran el impacto que la marca tiene con el medioambiente. Lo que “se necesita es crear un ecosistema logístico que permita un modelo sustentable y sostenible”, refiere Vallejo.
En ese sentido, entre las estrategias para alcanzar dicha sostenibilidad, no solo se encuentra la electromovilidad o el servicio de ‘última milla’. Se debe incorporar una infraestructura física basada en la data, centrada en el cliente y apoyada en la tecnología, que nos permita acercar el producto al consumidor para lograr dicho fin.
Logística sustentable
Una de las empresas con este concepto de revolución sustentable es la startup española Revoolt, quien ofrece una logística de “última milla cero emisiones”. Con su flota de reparto eléctrica, ofrece al cliente la oportunidad de hacer pedidos a distintas empresas, con un tiempo de entrega determinado y eficiente.
Por su parte, desde Vallejo Group diseñan la posibilidad de juntar todos los conceptos de almacenes urbanos en un gran centro logístico, del cual el consumidor pueda hacer un solo pedido y tener distintos productos en una misma entrega.