De acuerdo con el último censo empresarial del INEI, más del 99% de empresas pertenecen al sector Mipymes, un segmento con un crecimiento económico sostenido, pero que sigue enfrentando problemas de gestión interna, informalidad y tributación.
Uno de los grandes esfuerzos en el Perú por ayudarlas a simplificar estos procesos y reducir costos es la incorporación de la facturación electrónica, que se resume en la emisión y recepción de facturas mediante plataformas online.
La facturación electrónica es una herramienta de transformación digital empresarial que simplifica los procesos financieros, y permite almacenar todas las facturas en digital y sin opción a pérdida de documentos, por lo que miles de Mipymes a nivel mundial ya la han adoptado.
Según cifras de SUNAT, en el mercado peruano solo existen 188,169 emisores electrónicos.
“Sucede que aún sienten desconfianza frente al cambio o se piensa que puede incrementar los costos, pero es todo lo contrario. El uso de la facturación electrónica se traduce en ahorros de más del 75% en almacenamiento, despachos, procesamiento e impresiones, sin mencionar que se evita la pérdida de papeles valorados” explica Diego Orantes, country manager de Gosocket Perú.
Agregó además que actualmente, existen soluciones a la medida de micro, pequeñas y medianas empresas que les permiten gestionar su facturación, con costos mínimos por almacenamiento.
¿Cómo aumenta la competitividad de las mipymes?
Además de cumplir con la obligatoriedad de la facturación electrónica establecida en el Perú, los beneficios que brinda este sistema digital van más allá del ahorro en materiales físicos.
Con la facturación electrónica, las Mipymes llevan un mejor control de sus ventas, tienen reportes de la cantidad exacta de cobros, y controlan todos los movimientos económicos de sus negocios.
“Por si fuera poco, las Mipymes tienen acceso al ‘factoring’ con un solo clic; en otras palabras, la facturación electrónica les permite mejorar su proceso de financiamiento mediante ofertas competitivas de factoring electrónico de diferentes entidades bancarias y financieras, con lo que ya no es necesario esperar 30, 60 o 90 días para obtener liquidez y continuar con las operaciones”, concluye el especialista de Gosocket.
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