Lee Jae-yong, heredero de la compañía surcoreana Samsung, fue liberado luego que el tribunal de apelación redujera su sentencia de cárcel a una pena en suspenso. El ejecutivo había sido sentenciado a cinco años de cárcel por haber sobornado a la expresidenta de Corea del Sur.
Tras apelar la condena de cinco años del heredero, la corte redujo esta pena a dos años y medio y autorizó a Lee a cumplirla en suspenso, lo que le permitió en seguida abandonar el centro penitenciario, donde se encontraba desde hace casi un año.
El caso gira en torno a los pagos realizados por Samsung a la expresidenta Park Choi Soon-Sil, que según la fiscalía surcoreana estaban destinados a comprar favores políticos del gobierno.
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El vicepresidente de la firma, Yoon Boo-keun, a la salida de un foro celebrado en Seúl, solo se limitó a decir al medio asiático Yonhap que la empresa emprenderá a partir de ahora una “gestión ágil”.
Lee de 49 años de edad, es el primer dirigente de Samsung que es encarcelado, tras haber sido declarado culpable de varios delitos, entre ellos corrupción, abuso de bienes sociales, blanqueado de dinero y perjurio.
La liberación de Lee es una buena noticia para el mayor fabricante de smartphones en el mundo; sin embargo, es probable que se desaten problemas políticos porque el caso puso al descubierto los vínculos que existían entre las grandes familias y el gobierno del país.
Cabe recordar que el empresario que fue acusado de corrupción tomó las riendas del Grupo después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera en mayo de 2014 un infarto que aún lo mantiene hospitalizado y sin habla.
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