La nueva realidad competitiva presenta un campo de batalla en donde la flexibilidad, la velocidad de llegada al mercado y la productividad serán las variables claves que determinarán la permanencia de las empresas en los mercados. Y es aquí donde la logística juega un papel crucial, a partir del manejo eficiente del flujo de bienes y servicios hacia el consumidor final.
Décadas atrás, la gestión de logística y distribución enfrentaba grandes riesgos como el deterioro de documentos, la pérdida de productos por falta de rastreo, problemas en la comunicación y el flujo de información, etc.
Todas esas dificultades han sido resueltas gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que han puesto en manos de las empresas herramientas útiles para facilitar el transporte y almacenamiento de los productos.
En la actualidad, las empresas cuentan con herramientas útiles como programas de ruteo, sistemas de pagos electrónicos, entre otros, que facilitan el transporte y almacenamiento de los productos.
“Las nuevas tendencias apuntan a al uso de programas de ruteo, como el Roadshow o el Map Info, que se apoyan en herramientas geográficas para encontrar la ruta óptima. Esto implica un gran ahorro en tiempo y costos para la empresa, así como la mejor utilización de recursos y espacios”, sostiene Alberto García, experto en ejecución logística y profesor del curso online Gestión de Distribución y Logística del PEE de ESAN.
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A través de estas herramientas, las empresas pueden llevar un control más eficiente de sus productos y anticiparse a posibles inconvenientes en la distribución, al facilitar la toma de decisiones en tiempo real.
Asimismo, hasta la explosión del Internet en el ámbito empresarial, la logística ha evolucionado desde una concepción de actividades de soporte hasta un área de especialización con cobertura a lo largo de toda la cadena de valor y con entidad propia dentro de la gran mayoría de las compañías.
“Por ejemplo, ya no es necesario salir con la factura emitida, sino que esta se emite desde el POS”, apunta Alberto García.
Asimismo, el uso de sistemas como el ERP (Enterprise Resource Planning) y el intercambio electrónico de datos permiten reducir tiempos y trámites entre operaciones mediante la integración de la información y el intercambio de documentos de forma electrónica.
La incorporación de las TIC como medio facilitador para la gestión de la actividad logística, permite conjugar la actividad básica relacionada con el control del flujo de materiales con el control del flujo de la información.