Hablar de sostenibilidad en el sector del retail no es nuevo. Hace unos años Apple, McDonald’s o Starbucks ya nos sorprendían con una reorganización y rediseño de sus espacios, dándole protagonismo al color verde y a lo natural como palanca de la sostenibilidad.
Sin embargo, la Covid-19 ha reinventado el concepto, o lo ha elevado a un nivel superior, evidenciando que las empresas no sólo han de parecer sostenibles, sino que también han de serlo.
Según datos del Global Monitor de Kantar, el 85% de los consumidores valoran comprar productos de empresas que apoyan las causas que les interesan, y qué duda cabe que hacer que el mundo en el que viven sea mejor, es una de ellas.
“Cada vez más, la gente espera que las marcas utilicen su poder de forma responsable, especialmente las nuevas generaciones, no en vano, quieren lo mejor para un mundo en el que esperan seguir viviendo muchos años”, comentó Cristina Pérez, Head of Innovation & Commerce de Kantar en España.
LA COMPLEJIDAD DE SER SOSTENIBLES
En este contexto, uno de los sectores más preocupantes en términos de impacto medioambiental es el sector de la moda. Hacer que ésta sea sostenible es un tema complejo, y no hay respuestas fáciles.
Sabemos que el 63% de los consumidores quieren que las marcas de moda muestren su compromiso con la adopción de comportamientos más sostenibles, pero esto que parece tan obvio puede resultar incluso contrario a su ADN, más centrado en promover el consumismo a través de sus continuas nuevas colecciones, el glamour y el valor emocional de sentirse alineado con el mundo.
A pesar de ser uno de los sectores que más contaminan en el mundo, solo uno de cada ocho consumidores puede nombrar una compañía que se comporte de manera sostenible.
En lo que a retail se refiere, Zara va un paso más allá: con un nuevo concepto de tienda 100 % ecológica, con un sistema de iluminación y climatización que reduce el consumo de energía, que además será renovable, además de otros desarrollos tecnológicos que contribuirán a una experiencia en tienda mucho más memorable.
Mientras C&A vacía sus escaparates para evidenciar el impacto de nuestras acciones en el cambio climático.
Esa situación contrasta con el sector de gran consumo, donde la sostenibilidad ha liderado muchas de las innovaciones introducidas en el mercado en los últimos años en forma de envases con menos plástico o con productos más ecológicos.
